Cap. 33

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Pareciera ayer cuando entré a casa, ví a tu madre recoger algunas de tus prendas y entonces no pude contener más mis palabras.

Le reclamé por lo que me había hecho, le reclamé por su cruel traición.

Ella tan sólo me miró con un rostro terriblemente triste y comenzó a llorar sin más.

Pareciera AyerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora