Cap. 16

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Pareciera ayer cuando llegué a casa y corriste hacia mí, feliz por mi llegada.
Te dí uno de los mangos y quedaste fascinado por lo dulce que era.

Pareciera ayer cuando mamá te regañó por no esperar el almuerzo y comerte tres de los mangos. Estabas tan sucio por todas partes que te llevó a la parte trasera de la casa para que te dieras un baño. 

En ese momento supe que sería tu fruta preferida pues, aunque no te gustaba el agua, no te importó las consecuencias de tu proceder.

Pareciera AyerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora