Cap. 8

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Pareciera ayer cuando tomaste los cuadernos de mamá, que aún estaba terminando su secundaria en la escuela nocturna y los rompiste porque para tí no eran importantes.

Pareciera ayer cuando gateaste hasta la fogata y tomaste uno de los carboncillos aún calientes.

Pareciera ayer cuando maldije por mi descuido al ver tu manita hinchada y muy lastimada por el fuego.

Pareciera AyerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora