-Jisung, espera- gritó Chenle cuando de bajaron del auto y Jisung corrió dentro del instituto.
Algunas personas los miraron en el camino, las largas piernas de Jisung dificultaban el ser alcanzado y Chenle empezaba a quedarse sin aire.
Cuando llegó al ascensor pudo ver desde el panel que ya estaba subiendo, maldijo por lo bajo mientras se dirigía a las escaleras, debía alcanzar a Jisung antes de que se encerrara en su habitación.
¿Cómo las cosas podían cambiar tanto en apenas dos horas?
Sabía perfectamente la respuesta pero aun le parecía increíble.
Habían llegado solos a Corea después de unas geniales vacaciones en China, le presentó a varios de sus amigos y aunque Jisung no dominaba mucho el idioma lo entendía casi completamente, lo que facilitó su estadía; pero el ambiente cambio por completo cuando al retirar sus maletas había un hombre esperando por ellos.
Chenle quien se jactaba de poder hacer buenas predicciones de las personas por su primera impresión se sorprendió de que un hombre que gritaba peligro, y un par de cosas desagradables, fuera cercano a Jisung.
-Hyung nos va a llevar- le dijo y Chenle solo pudo sonreír y subirse al auto de vidrios polarizados.
El camino fue bien la primera parte, Jisung usó su celular para poner música en los parlantes del auto, se veía demasiado cómodo, como si fuera regular que aquel hombre fungiera de chófer para él, así que se mantuvo callado; pero antes de poder sentirse relajado en el cómodo asiento trasero se escuchó un ruido fuerte y una maldición.
El auto aceleró y la situación se volvió surreal, la reacción de Jisung pareció aclararle las dudas, el primer ruido y los siguientes que escuchó con el pasar de los minutos eran disparos, su novio no parecía asustado y Chenle tuvo la suerte de que su cuerpo estaba demasiado sorprendido para gritar o algo parecido, en algún momento del alboroto fue liberado de su cinturón de seguridad y lanzado al piso del auto por su novio quien ahora lo mantenía cubierto.
El hombre al volante gritaba en un coreano muy difícil de entender, seguramente en dialecto de alguna provincia, al manos libres que tenía instalado en el auto, y sumado al sonido de las llantas girar y acelerar volvía todo más tenso.
Aquella escena no duró más de diez minutos pero Chenle podría jurar que se sintieron cómo horas, cuando Jisung le dijo que se podía levantar habían estacionado en la carretera donde otro auto igual estaba estacionado, Jisung lo llevó al nuevo auto y en pocos minutos estaban camino al instituto, sin música, sin plática, el incómodo silencio era asfixiante.
Chenle trató de pensar en todas las posibilidades que lo llevarían a vivir esa situación digna de una película de acción, pero ninguna se sentía factible, Jisung no parecía un agente secreto y esa era la opción más realista.
Sus piernas quemaban con cada escalón subido, pero pese a la queja de su cuerpo se apresuró aun más cuando notó que estaba llegando a su piso, llegó sin aliento hasta el pasillo de su habitación donde pudo ver a Jisung camino a su cuarto.
Lo alcanzó antes de que pudiera entrar, aun sin poder hablar, recuperando el aire perdido.
-Deberías descansar, podemos hablar en cualquier momento, no huiré- le dijo Jisung sin mirarlo al rostro.
Chenle no se había molestado en todo el camino, pero en esos momentos empezaba a sentir ira -Hablaremos ahora- lo tomó de la mano e ingresó con él en la habitación previamente abierta.
En cuanto la puerta fue cerrada Jisung empezó a llorar, no paró cuando Chenle se lo pidió, ni cuando lo abrazó, continuó llorando incluso mientras le pedía perdón por lo ocurrido aun en el fuerte abrazo.
-Deja de llorar Jisung, nada me pasó.
-Pudiste herirte.
-Estoy bien, no fue tu culpa- dijo secando las lágrimas ajenas.
-Lo fue- admitió con pesar -venían por mi, por eso fui a china, por eso nos fueron a buscar para traernos seguros aquí- sus manos temblaron, la única vez que había hablado de aquello había sido con Mark, justo antes de terminar -la razón por la que estudió aquí no es porque sea un hijo negado o mi familia no pueda cuidar de mi- cerró los ojos y respiró profundo antes de decirlo -mi familia entera está en la mafia.
Aún con los ojos cerrados esperaba escuchar algo, quejas, reclamos, Chenle terminando con él, o incluso la puerta abriéndose y cerrándose, pero nada ocurría y se obligó a abrir los ojos.
-¿ahora podemos hablar?
🙂
Me perdí unos días, en parte porque el fic está por terminar y ando en crisis como cada que termino un fic y en parte porque no sabia la mejor forma de que Jisung de la noticia.
Seré buena y no me perderé tanto.
Ya tengo nuevo fic cuando este termine, adivinen las parejas 😂
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School days [Chensung, Noren]
Fiksi PenggemarSer el nuevo en una academia en un país donde apenas sabes el idioma no es algo tan malo como enamorarte del raro del salón. Portada y arte de mi amada: pollo volador