Capítulo 15

55 9 2
                                    

La señora Novoa se levantó rápidamente de la silla y la colocó en su sitio, luego me miró y se secó lo que parecían lágrimas.
Acto seguido me levanté y salí al jardín para respirar un poco de aire fresco, y entonces me acordé de lo que había leído no hace mucho en el diario de Nuria, "desde que mi padre salió de la cárcel", ¿Qué podía haber hecho el señor Novoa para haber estado en la cárcel?... Robar en una tienda, problemas con los negocios... O incluso... No, eso era imposible, el señor Novoa no sería capaz de matar, ¿Verdad?... Esa pregunto que me había formulado mi subconsciente me había paralizado y no podía parar de pensarlo, hasta que de repente una mano tocó mi hombro y me sobresalté:
—ahh, ¿Quién eres?—dije yo—.
—Pues una de las cuatro personas que podían tocarte el hombro en una casa medio abandonada en el bosque— bromea Rubén—.
—Ehh, quería saber... si te gustaría ir a dar una vuelta al muelle —continúa—.
—Sí, me encantaría— le contesté—.
******
2 horas después
******
Después de haber vuelto del paseo con Rubén, me armé de valor y me dirigí al cobertizo, una vez allí empecé a escuchar una voz... Pero era de hombre, entonces observé que la puerta no estaba cerrada del todo, y entonces comencé a mirar, el hombre que estaba dentro era el señor Novoa  y parecía estar hablando sólo... Pero eso no era raro, lo raro era lo que decía... "Cómo te atreviste, a hacerle esto a una chiquita, mataste a su madre"...

No son más que recuerdos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora