"Para: Frank Phillipson
5 de Enero de 1924.
-Frank ¿Cómo te encuentras y cómo está tu adorable esposa Ruby? Se que ha pasado más tiempo del que me gustaría desde la última vez que intercambié correspondencia contigo. Han sido tiempos difíciles que de poco se alumbran.
¿Sigues viviendo en Paris?
-Me preguntaba si podría hacerte aquella visita que tanto me insististe ¿Qué tal comienzos de Primavera?.
Los mejores deseos.
H. Brooks"
Estábamos bajando las maletas del coche en la estación. Marian estaba agitada y no se quedaba quieta.
-Marian ya hemos pasado por esto cientos de veces, no se te esta quedando nada- Dijo Ileanna un poco irritada.
-No es eso, quizás no deba dejar a mi dulce Julie- Replicó mirándola con tristeza.
-Mamá, estaré bien. Ya no soy una niña y además, Harry se quedara conmigo- La Sra. Hughes me ofreció una dubitativa mirada antes de respirar profundo y calmarse.
-Vendré a visitarte una vez me haya establecido- Le tomó los cachetes y le dio un abrazo antes de darle un beso en la frente.
El tren había arribado a la estación.
-Harrison-
-¿Si madame?-
-Ven aquí y dame un abrazo- Me tuve que agachar un poco. Ella se acercó a mi oído- Te estaré vigilando- Susurró. Después me liberó y con una gran sonrisa me dio un beso.
-Mamá- La tomó tan solo me soltó y la abrazó el tiempo que pudo antes de que el encargado del tren les dijera que ya iban a partir. Marian le limpió una lágrima que le corría a Julie y le dio otro beso en la frente, en lo que se despedían subiendo al tren.
Me quedé observando junto a ella en el hangar, desde una de las ventanas del vagón cruzamos miradas hasta que el sol nos cegó en el horizonte, no quería decir nada pero Julie temblaba un poco. Sus ojos se aguaron sin decir nada. Extendí mi brazo y la acerqué a mi costado.
Después de un momento, dejó de temblar.
-Si- Se pasó las manos por los ojos- Estoy feliz. Hace meses no veía a Mama sonreír, le viene bien irse de este lugar- Se alejó de mí hasta pararse al borde de la plataforma, tomó un profundo respiro y se quedó allí un rato.
-¿Juliette?-
-¿Si?-
-¿Nos vamos?-
-Sí-
9 de Febrero de 1924.
-Te dije que el equipo de Antonio ganaría- Reclamé riendo- Lou ¿Tu nunca escuchas?
-No creí que el canalla fuera bueno- Respondió pensativo mientras buscaba la llave en su bolsillo- Te digo, esas mujeres me jodieron feo, quizás deba dejar de apostar un tiempo. A penas me alcanza para pagar la renta. Oye disculpa, te pago la semana de arriba- Dijo mientras abría la puerta que se había vuelto a torcer- Te la arreglo el fin de semana.
-No te preocupes, planeaba repararla antes de irme- Le dije mientras le mostraba en sobre con la postal de París.
-Ya te respondieron, eso fue rápido y ¿Cuándo te vas?-
-Aún no lo se, primero tengo que decirle a Julie. Como está tan ocupada por hacer su escuela de ballet se la pasa trabajando y siento que cuenta conmigo para que mantenga la casa en pie así que no quiero dejarla sola- Dije poniendo el chaleco en el perchero.
-¿Y qué hay de mí? Yo también vivo aquí ¿recuerdas? No la estarás dejando sola, o acaso ¿No confías en mí?- Dijo con toda la seguridad del mundo.
-Lou, por favor- Di media vuelta y seguí hacia la cocina dejándolo solo en la sala.
-¿¡Oye a qué te refieres con eso!?-
-¡Ya olvídalo!-
Mire un momento atrás y lo vi subiendo cascarrabias a su habitación. Juliette se había mudado a la habitación de sus padres y al quedar la suya libre, Lou había venido a vivir con nosotros y le había logrado obtener un puesto en el periódico, como barrendero.
Deje las bolsas con la cena junto al lavabo. Casi siempre traigo algo de comer después del trabajo ya que ella no llegaba hasta entrada la noche.
Saqué la carta del sobre y la tendí sobre la mesa.
"Para: Harrison Brooks
23 de Enero de 1924.
-Harrison "El amargado" Brooks, ¡Mi amigo! ¿cómo estas? No sabes cuanto me alegra recibir noticias de ti. Ruby esta de maravilla y preguntando por ti. Al fin te dignas en venir a mi humilde hoyo en la tierra. Cuando gustes siempre habrá una habitación para ti. Estaré atento esperando tu confirmación.
Sin más que agregar.
F. Phillipson"
*Si te está agradando la historia no olvides que puedes darme tus comentarios! >-> o darle una estrellita =3*
YOU ARE READING
Mil
RomanceEl mundo sigue un ritmo constante que no considera nuestra percepción. El tiempo es tan solo un factor y la necesidad de hacer algo al respecto genera un compromiso. En esta historia se ve a Harrison Brooks, un hombre en sus 20's tras los acontecimi...