Han pasado minutos desde que ninguno de los dos decía alguna palabra, simplemente su mirada se quedó fija en el cielo y la mía en él. Su piel es muy pálida, su cabello pintado de color rosado que ya se está desvaneciendo le tapan las cejas, sus perforaciones en las orejas, la forma que relame sus labios; simplemente me fijo en todo, hasta en su ropa.
— Me dices acosador, sin embargo, no paras de mirarme. —Dice mientras sacaba un mechero y jugaba con el fuego. Me sorprende mi disimulo.
— Nadie me llama por mi apellido.
— Pues, yo sí lo haré.
— ¿Te refieres a que ésta no es la primera y última conversación que vamos a tener?
— Exacto.
Aparto mi vista mirando a la nada, realmente éste chico es raro pero por alguna razón no me siento incómoda con su compañía. Las mariposas se ven muy hermosas hoy, ya las tolero.
— Deja de jugar con el fuego, te puedes quemar y no pienso entrar a un maldito hospital por tu culpa. —Realmente odio los hospitales, pasé bastante tiempo en ellos y no quisiera volver a entrar ahí.
— Tu hipocresía me causa gracia.
— ¿Qué carajos?
— Antes hacías lo que fuera contar de estar en uno. — Dice y me da una mirada muy seria y escalofriante.
No le digo nada, simplemente me levanto y voy a buscar a Hea. No sé qué carajos él sabe o piensa que sabe y mucho menos el cómo lo sabe pero no estoy para un maldito juego. Al entrar puedo ver cómo Jin viene dirigiéndose hacia mí, con una Hea que no se veía tan bien que digamos.
— Haeri, cariño, como puedes ver, alguien por ahí no sabe controlar el consumo de alcohol. Iré a encerrarla a su habitación para irnos. —Dice Jin mientras pelea con la mencionada para que se mantenga de pie. Yo sólo asiento.
— ¡NO, JIN SE QUEDA CONMIGO! —Dice Hea apunto de llorar mientras que el mencionado la mira con cara de asco.
— Terca, ¿para qué bebes tanto? Jin, quédate con ella.
— ¿Segura? ¿Quién te llevará a casa?
— Sí, no quiero que un idiota se meta a su cuarto y se aproveche de ella, yo camino. —Jin puede joder mucho de vez en cuando pero jamás le haría daño a Hea y mucho menos se aprovecharía de ella. Por esa razón es que dejo y quiero que se quede, no quiero que pasen desgracias.
—¡DE NINGUNA MANERA! ¿ACASO ESTÁS LOCA? ¿NUNCA HAZ VISTO PELÍCULAS? SIEMPRE MATAN A LA PRIMERA PENDEJA QUE SE VA DE LA FIESTA CAMINANDO. ¿ES QUE NO VISTE EL ÚLTIMO CAPÍTULO DE LA ROSA DE GUADALUPE? —Suelta Jin, ha gritado tan duro que su cara está del color de un tomate y se le notan las venas de su cuello.
— Yo la llevaré a casa. —Esa voz.
— ¿Y tú quién eres? —Pregunta Jin tratando de relajarse.
— Un amigo. —Bufo.
— De acuerdo, vayan con cuidado. —¿Qué mierdas? Tanto escándalo porque me voy caminando pero me suelta con el primer extraño que encuentra, vaya amigo.
— No necesito que me acompañes, corrección, no quiero que me acompañes. —Giro sobre mis talones y me voy.
Las calles están muy oscuras debido a que ya es de madrugada y nunca prenden los postes de éste camino, no sé para qué los tienen. Estoy pasando por un negocio en el que hay muchos hombres bebiendo. Opto por ignorarlos y seguir caminando normal hasta que uno de ellos se cruza al frente mío. Siento que alguien me hala por el brazo, mierda. Me giro para meterle un puño al borracho que me ha aguantado, no pienso dejar que me manoseen.
— Diablos, tranquilízate, soy yo. —Dice Yoongi mientras aguanta mi mano con la que iba a herirlo. Falsa alarma, el otro tipo siguió su camino.
— Pensé que eras un borracho, te dije que no me acompañes. —Digo y me zafo de su agarre.
— Disculpa aceptada y no seas estúpida Song, no siempre vas a poder defenderte.
— ¿Y tú lo harás?
— Sí.
Ruedo los ojos y bufo. —Ni siquiera me conoces.
— Eso es lo que tú piensas.
No le contesté, nunca había hablado con él y ni siquiera lo había visto en mi vida. Pero por alguna razón tenia miedo de preguntarle, miedo de saber las respuestas aunque prácticamente fuese imposible.
— Llegamos. —Digo mientras señalo la casa.— Gracias por acompañarme, supongo.
El sólo me regala una sonrisa casi invisible pero soy capaz de captarla.— Buenas noches, Song. —Gira sobre sus talones y se marcha.
— Hae, ¿y Jin? —Pregunta Karla.
— La fiesta estuvo más o menos, fíjate, gracias por preguntar. Jin está cuidando a la alcohólica de Hea.
— Entiendo, acuérdame mañana hacerle mi jugo secreto para la resaca —asiento para luego despedirme de ella e ir a mis aposentos. No puedo dejar de pensar en Yoongi, en las cosas que tal vez el sabe, en cómo ahora no me incomoda que me siga ni nada por el estilo. Mi cabeza duele con tan sólo pensar en eso.
🦋🦋🦋
— Cariño, ¿cómo te llamas?
— Haeri, Song Haeri.
— Haeri, los vamos a encontrar ¿de acuerdo? Todo va a estar bien.
Todo va a estar bien. Son las palabras que se repetían una y otra vez en mi cabeza. Mis padres estarán bien, todo solamente es un susto, algo que vamos a contar más adelante.
— Song Haeri, ten. —El hijo del hombre pálido me tendió un abrigo para luego ponérmelo.— Hace mucho frío, deberías abrigarte bien o te vas a enfermar.
— Gracias. —Dije casi inaudible.
— No hay de qué, ¿tienes a alguien que podamos llamar para que te venga a buscar?—Negué.— Puedes venir con nosotros, mi papá hace un ramen delicioso. Papá, ¿puede quedarse con nosotros?—Preguntó el niño al ver que su padre se acercaba.
— Claro, ya hablé con la policia y la trabajadora social, se quedará con nosotros hasta que encontremos a sus padres. ¿Estás bien con eso pequeña?—Asentí.
— Bien. Vámonos Yoongi, Haeri ven.
— Perdona por no presentarme, mi nombre es Yoongi, Song, Min Yoon Gi.
N/A
¡Muchas gracias por leer! ¿Qué les parece hasta ahora?
Song Haeri no recuerda a Min Yoon Gi, pero claramente él sí. ¿Será posible que haya olvidado gran parte de su vida?
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Nos leemos pronto
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Efecto Mariposa » Min Yoongi
FanfictionLa vida es como un juego. A medida que tomes decisiones ocurre el efecto mariposa y el destino cambia. Lo que no sabemos es si cambia para bien, o para mal. Pero también, debemos tener en mente que todo pasa por algo. La vida de Song Haeri nunca fue...