ΙΙΙ

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— Rosa.

— Negro.

— ¡Rosa!

— ¡Negro!

— ¡ROSA!

— ¡NEGRO!

Trágame tierra.— ¡Azul! Ya cállense la puta boca de una vez. —Estamos en el centro comercial para comprarnos la ropa que vamos a usar mañana para la fiesta y mis mejores amigos no paran de pelear por cual vestido yo debería ponerme. Jin quiere que me ponga uno rosado a la rodilla porque dice que me veré decente y porque ese color es el más bello de todos, mientras que Hea quiere que me ponga uno negro que me llega casi a las nalgas para verme sexy.

— Haeri, tienes un cuerpo demasiado sexy como para que lo escondas. ¡Enseña lo que Dios te dio! —Dice Hea.

— Mi cielo, ¿en serio vas a seguir consejos de alguien que se viste así? —Dice Jin, señalando a la mencionada con una mueca de asco.

— ¡Ya! Me voy con en azul y se callan. —Es promedio, me llega a mitad de muslo y enseña los hombros. Además, no es un color llamativo pero tampoco de funeral.

Decidida, compro aquel vestido mientras Hea efectivamente se compra el que quería que yo me pusiera y Jin se compra una camiseta rosa, éste chico de verdad tiene un problema con el rosa. Al salir de la tienda sólo nos quedamos dando vueltas por el centro comercial charlando y pasándola bien. Por supuesto las "discusiones" de estos dos no podían faltar, no me sorprendería que terminaran juntos.

— Haeri, mañana iré a tu casa para prepararme ahí ya que el estúpido de Hoseok estará haciendo escándalo desde temprano y necesito mi paz. —Dice Hea y yo solo asiento.— Ah y por cierto Jin, tú pasarás por nosotras. —El mencionado sólo bufa.

Nos despedimos para irnos a nuestros hogares ya que se estaba haciendo tarde. Le ofrecí a Hea que se quedara en mi casa ya que sería más fácil pero ésta no quiso. Al llegar veo que Karla y Esteban están viendo una película, sin mí.

— Me alegro que la película esté buena. —Digo provocando que los mencionados se asusten.

— ¡Hae! Ay cariño es que no sabíamos a qué hora ibas a llegar así que decidimos verla sin ti —me dice Karla. Todos los viernes es noche de películas y hoy la vieron sin mí, cosa que claramente no me molesta pero me gusta hacer drama.

— No tranquila, solo iré a sufrir en mis aposentos y llorar por lo traicionada que me siento. —Digo poniendo una mano en mi pecho y caminando lentamente hacia las escaleras. Karla sólo rueda los ojos y me sonríe. Subo a mis aposentos, si ajá, a mi cuarto, sólo quiero dormir.

[...]

Los rayos del sol junto con el sonido de mi celular me despiertan. Miro la hora y son las 10 a.m. ¿Quién diablos me está llamando a ésta hora un maldito sábado? Contesto el teléfono sin mirar de quién se trataba.

— ¿Qué diablos quieres?

— LLEVO MEDIA HORA TOCANDO LA PUÑETERA PUERTA. —Mierda.

— Ya mujer, ya voy —digo y rápido cuelgo. Me levanto para ir a abrirle la puerta a la única persona que se le ocurre llegar a mi casa y interrumpir mi sueño tan temprano sólo por una cabrona fiesta.

— No puedo creer que te acabas de levantar ahora, ¿piensas llegar a la fiesta cuando se acabe? —Dice Hea mientras entra como Pedro por su casa no sin antes quitarse sus zapatos.

— Carajo Hea, son las diez de la mañana.

— Exacto, necesitamos bañarnos, afeitarnos, peinarnos, maquillarnos, vestirnos y muchas otras cosas. Así que no se porqué no te haz movido.

— Primero que todo necesito mi café. Segundo, ¿quién diablos se prepara para ir a una fiesta diez horas antes? Y por último, necesito mi sueño de belleza para poder ir a la fiesta.

— Ya estás peor que Jin.

Nos dirigimos hacia el comedor para hacernos desayuno. Si, porque tras que interrumpe mi sueño tengo que alimentarla, es que es especial. Pasamos todo el día hablando y viendo televisión para matar tiempo. Cuando ya era hora, fuimos a prepararnos. Lo cual fue a eso de las siete ya que la fiesta empezaba a las ocho y Hea quería llegar tarde para así llamar la atención, no la entiendo.

— Pero que dos modelos hay en ésta casa —dice Esteban al vernos ya listas.

— Se ven hermosas, ¿necesitan que las llevemos? —Pregunta Karla.

— No tranquila, Jin pasará por nosotras. —Al decir eso los ojos de ella se iluminaron junto con una sonrisa en su rostro. Ahí va otra vez.

— No hay problema alguno, Hea ¿necesitas que te llevemos? —La mencionada hace cara de ofendida y cuando va a decir algo Karla la interrumpe.
— Es broma, diviértanse y no hagan nada indebido.

— Tranquila, llevo la protección —dice Hea mientras sale. Suelto una carcajada al ver las caras de la pareja. En ese momento la bocina del auto de Jin suena.

— Ya me voy, ¡los quiero! —Digo y me dirijo hacia el auto.

Al llegar a la fiesta nos encontramos de todo. Desde parejas besándose hasta Hoseok que ya se le notaba que estaba pasado de alcohol, bailando con una chica que estaba igual que él. Un grupo en la esquina fumando yerba y muchas personas charlando y bebiendo. Gran fiesta de regreso a clases. A pesar de que el ambiente está así, Hea no se equivocó al decir que llamaríamos la atención porque así fue, hasta hubieron chicos que nos silbaron. A Jin también le silbaron.

— Haeri vamos a bailar, ¡hay que menear éstas caderas! —Dice Hea ya con un trago en la mano junto con Jin.

— Vayan ustedes, yo iré a buscar algo para tomar. —Prácticamente, estamos gritando ya que no podemos escucharnos bien debido a la música, ellos sólo asienten y se van a la pista de baile mientras yo me dirijo a buscar algo para tomar. Cuando estoy por servirme la bebida siento la maldita mirada otra vez, por lo que me apresuro en llenar el vaso y salir hacia el patio. Lo hice con toda la intención del mundo con la esperanza de que la persona me siguiera por más estúpido que suene, necesito saber de quién se trata. Muy buena decisión ya que así fue.

— ¿Que no tienes más nada que hacer? Ya tu miradita me está cansando. —Digo sin voltear a ver el dueño de ésta, estoy sentada en un escalón con mi mirada fija hacia el cielo hasta que él hablo.

— Tienes una bonita voz —dice y toma asiento a mi lado. Al hacerlo, me giro para encontrar a la persona que menos esperé ver, el emo.

— Vaya esto si que no me lo esperaba, ¿no que los emos son asociales y no les importa la vida como para prestarle atención a otra persona? —Digo divertida. Él sólo sonríe de lado para luego mirarme, no pensé que fuera tan lindo.

— Me llamo Min Yoongi, Song, no emo.

— ¿Song?

— Es tu apellido, ¿no?

— Sí, pero me puedes llamar Haeri. No hay necesidad de formalidad. —En el acto de tratar de ser amable a pesar de que me ha estado acosado, él sólo se ríe sarcásticamente.

— Créeme que no usaría formalidad contigo, además, estoy seguro que soy mayor que tú.

Chasqueo la lengua antes de hablar.— No te he dado la confianza para que me hables así.

— No me importa. Y me gusta más tu apellido, cae contigo.

— ¿A qué te refieres?

— Bueno, tocas el piano y cantas bonito, se contesta por si sólo.

Stalker.

Efecto Mariposa » Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora