La chica del espejo

Como vivimos

Cada que miro el espejo ella esta ahí, mirándome fijamente, esperando que le de una sonrisa de vuelta, pero a la vez logro ver en esos ojos brillantes, las cristalinas ganas de rendirse, quiere que levante mi espalda y luche por ella, puedo revivir los momentos relevantes  en sus ojos, porque a pesar de que somos dos personas diferentes, ambas nos enamoramos de los mismos sentimientos dañinos, de esas ganas de abrazar la oscuridad con el rojo de nuestra sangre, solo ella puede entenderme y solo yo puedo entenderla, nos hemos visto llorar, sangrar y sudar amor, ella a veces sale del espejo y visita a los de mi alrededor, es en esos ratos en los que los sonrisas hacen olvidar lo realista de mi pensar, lo mucho que se que no siempre las cosas salen bien, lo pésimo y agónico que puede llegara ser un cigarro en soledad, es ella mi contraste ante el mundo, ante lo que debe ser pero no es, ambas vivimos aquí, sabiendo que quizá un día solo una sobrevivirá, una con la sonrisa y la otra con una mueca a medias, yo se lo que puede llegar a salir mal y ella lo que saldrá bien pero no siempre gana ella en la apuesta de la vida, mas de una vez la he tenido que abrazar para evitar que el viento se lleve el polvo en el que su corazón se convierte, yo soy valiente pero en ese tema ella lo es mas, para entregarte a alguien hace falta mas que solo la intención de darle tu respirar, hace falta el valor y la sabiduría que solo un ser entregado puede tener, es ahí, justo ahí donde ella siempre gana, sus sentimientos son clave a la hora de tomar decisiones y conmigo solo preparamos el escudo, los pañuelos, el cigarro y el café en espera de la tormenta de lagrimas, es como tener un lado blanco y uno negro en en un dibujo, siempre ha sido así, o al menos desde nuestro primer atardecer en sus ojos, desde ese día nuestra mente se partió en dos y desde entonces nos turnamos para lidiar con el mundo.