Vampire

-¿Dónde está Rubén? -Preguntó su hermana apenas abrió la puerta-
-En la casa de su padre. Tenían unos asuntos que resolver

Le contesto y su hermana sonrió, para abrirse paso. Se sentó en el sofá y miró a su hermano, sus fríos y vacíos ojos lo miraban con detenimiento, su postura sin vacilaciones. Aquello le hizo levantar una ceja, no entendía el porqué de la seguridad es sus movimientos, pero iba a averiguarlo

-Seré clara y breve -Dijo ella, siendo firme y segura en sus palabras- Te estas enamorando y sabes que eso está prohibido. Es un humano, lo mires como lo mires, es un humano
-No se de que hablas -Negó Miguel- Estas equivocada, hermanita
-Solo te dire, que el peor castigo para nosotros, para alguien que no siente, es comenzar a hacerlo
-No siento nada por él -Bramó molesto- Yo no siento
-Solo recuerda mis palabras, hermanito. Ahora, debo irme -Se levantó y le dedicó una última mirada- Todo saldrá diferente a como lo esperas
-No. Yo calcule todo, nada puede ni va a salir mal -Dijo con arrogancia. Su hermana río entretenida, causando una grave confusión en él-
-Claro -Canto y saboreó las palabras, como si supiera algo que él no- Te veo luego, hermanito

Aquel tono hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo, un escalofrío lleno de desconfianza, algo que nunca sintió cerca de su hermana. La puerta se cerró, el golpe seco que causó le hizo saltar en su lugar. Tenía todos sus sentidos alerta, cada sonido le causaba desconfianza y no entendía porqué estaba así

(...)

Un sonido sordo se escuchó en la planta de abajo y Miguel dejo de darle importancia, porque el aroma de Rubén le tranquilizó. Escuchó como subía las escaleras, abría y cerraba puertas, hasta que su aroma se hizo más fuerte y la puerta del estudio se abrió

-Ya llegue -Avisó-
-Lo sé, cariño -Dijo y se sorprendió de que su tono fuera tranquilo, incluso cariñoso- ¿Todo bien?
-Solo quería tratar temas acerca de cómo debo controlar las cosas

Miguel asintió y lo tomó de la cadera, atrayéndolo hacia él, dejó un casto beso en los labios ajenos y Rubén rodeo su cuello, se recargo en su hombro y cerró los ojos, pareciendo relajado. Una sensación desconocida recorrió por su cuerpo y se depósito en su pecho

Beso su frente y lo abrazo más fuerte, sintiendo que sostenía algo más que el cuerpo de Rubén y aquello lo hizo sonreír, Rubén se enamoro más de esa sonrisa, porque era tan sincera y bonita que un escalofrío le recorrió el cuerpo, sintiendo una conexión desconocida, pero totalmente perfecta entre ellos