Capitulo 27
‘¿Me está engañando?’
/Narra Nicola
-¿Angie? Ábreme – ordené cuando estaba detrás de su puerta de habitación del hotel. Seguro estaba enfadada conmigo
-Voy – habló y sonreí. ¿Está enojada?
Cinco segundos después, abrió la puerta con una sonrisa y seguido de eso, puso el visor de una cámara en su ojo y un flash me invadió.
-¿Robaste una cámara y ahora te convertirás en Paparazzi? – bromeé. Bajó la cámara, dejando que colgara en su cuello por la correa y rió bajito
-Por supuesto. Seré una Paparazzi para molestar a todos – rodó los ojos y caminó para atrás, con la mano en la puerta empujándola para que pueda pasar
-Muéstramela – dije cuando ya había entrado y me sentaba en el sofá del pequeño living. Se quitó la correa del cuello y me la extendió; la tomé con el mayor cuidado del mundo, porque soy tan estúpido que mi torpeza seguro la dejaría caer al piso y la rompería. La acerqué a mi ojo y puse el visor justo enfrente, apuntándola – ¡Sonríe! – exclamé para ella y en segundos un ‘chik’ sonó.
-Debió salir horrible – hizo una mueca como de asco y negué con la cabeza mirando la foto que había tomado. Perfecta es poco
-¡Mentirosa! – Exclamé – saliste perfecta – la miré y le saqué la lengua – pareces una modelo – le guiñé un ojo y sonrió
-Déjame verla – se sentó alado mío, en el sofá y apoyó su cabeza en mi hombro. Inconscientemente, ambos sonreímos mirando la cámara
-¿Ves? ¡Está hermosa! – le reclamé y levantó los hombros sin importancia
-Tengo mejores – dijo en un tono de presumida y lanzó una carcajada mirando a la nada
-Creída – la miré y sonreí. Hizo una mueca y negó con la cabeza
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-Estas hermosa – le dije atónico cuando la vi salir por la puerta. { http://www.polyvore.com/cgi/set?id=64325491&.locale=es }
-Gracias – respondió con una tímida sonrisa mirándome directamente a los ojos. ¿Más hermosa imposible, no?
Tomé su mano con delicadeza y caminamos al ascensor, que luego de esperar unos dos minutos, apareció. Cuando nos encontrábamos en el auto, yo manejando y ella de copiloto, pude ver mirando de reojo, que sacó la cámara de su bolso; la prendió y me sacó una foto de perfil, manejando.
-¿Te enviciarás con eso? – pregunté
-Ya lo hice. Amo la fotografía – puso la cámara al revés y se sacó una foto sola, sacando la lengua y sus ojos mirando su nariz - ¡No! Que graciosa – dijo entre risas al ver su foto. Justo paramos en un semáforo y me la mostró
-Que normal – lancé una carcajada y ella lo hizo también
El silencio inundó el ambiente hasta que llegamos al restaurante, que ella lo rompió
-¡Nicola! – chilló como una niña pequeña. La miré intrigado – Odio las formalidades – hizo un puchero, que más que lastima, me daba ternura
-Lo siento, ya reservé el lugar – sonreí falsamente tomando su brazo y caminando para la puerta. Escuchaba como bufaba y suspiraba pero no tomé importancia
Estábamos en la fila, esperando que el chico de la entrada nos deje pasar a nuestra reservación. Millones de recuerdos aparecían en mi mente pero, no quería recordarlos porque todos eran involucrados con Ximena… ¡Ximena! No sé nada de ella y hace como un mes no hablamos
-¿Sucede algo? – Interrumpió mis pensamientos – Te veo muy pensativo
-No… solo pensaba – sonreí mirándola – está todo bien – aclaré y respiré hondo.
Por fin nos atendieron… nos dieron la mesa correspondiente de dos y luego de hojear el menú y pedir la comida, una cabellera rubia, muy conocida estaba en la mesa de enfrente; de espaldas a mí con otro chico… que no era ni conocido ¿Ximena? ¿Ximena me está engañando? Aunque, de cierto modo, yo también lo estoy haciendo