Borrowed Memories [ TodoDeku ]

Home is not a place, is a feeling or, sometimes a person.

Shouto y Midoriya caminaban una vez más aquel camino que conocían tan bien, pero que sin embargo hace tanto que no atravesaban.

El camino a la antigua casa de los Midoriyas, uno no muy largo pero silencioso, con varios espacios perfectos para tararear o dejarse llevar por la imaginación. Algunos en los que incluso uno podría detenerse a comer algo rápidamente, como la pareja lo hizo tantas veces en su adolescencia.

Una vez más, tras tanto tiempo, Izuku caminaba por esas calles que conocía desde su tierna infancia y, de nuevo , Shouto mostraba un pequeño y disimulado entusiasmo por llegar. Midoriya no podía evitar observarlo, ya que le gustaba demasiado esa expresión tan adorable y ocasional. Para algún desconocido, seguramente Todoroki tendría la misma expresión monótona de siempre, pero para alguien observador como lo era Deku, esos pequeños cambios eran obvios y maravillosos. El como sus ojos mostraban más brillo, como aceleraba el paso al caminar así como se mostraba un tanto distante y aislado de este mundo era fascinante para su pareja.

Izuku sabia que una de las cosas que más le gustaba a Todoroki su relación eran sus padres.

Cuando el padre de Izuku estaba en casa, todo era mucho más ruidoso, una atmosfera agradable llenaba el hogar, Izuku siempre había sido fan de estos momentos en familia. Aunque tal vez no tanto como Shouto. Izuku se daba una idea de cuanto valía un hogar familiar, tranquilo y típico para Todoroki.

Algo tan simple como era el jugar videojuegos con su padre, o que su madre les cuente algunas anécdotas de la escuela, para Todoroki no eran momentos monótonos y en algún punto aburridos , sino todo lo contrario. Siempre había un brillo en sus ojos cuando cualquiera de estas cosas típicas pasaban. Cuando le mostraban como era una familia cálida y normal.

— Shouto , escondamos los anillos hasta después de darles la noticia.

— Tienes razón.

Midoriya escondió su anillo en el bolsillo del pantalón, Todoroki en su billetera. Continuaron su conversación del trabajo, que últimamente, era de lo único que hablaban. Tantas cosas pasaban cada día en el mundo de los héroes, que era imposible no tener estas conversaciones. Fue en la mitad de uno de sus relatos que llegaron a su destino. A aquel lugar que por tanto tiempo había sido el hogar de Izuku. Shouto descubrió una mirada nostálgica en aquéllos hermosos ojos verdes, también lo descubrió inhalando el olor de la comida casera que había dentro. E intentando escuchar la televisión al otro lado de la puerta. Con una sonrisa y gran energía, Deku abrió la puerta.

— ¡ Mamá, papá , ya llegamos !

De nuevo la tarde en casa de los Midoriyas fue tranquila pero acogedora. Una vez más Shouto jugó videojuegos con el señor Midoriya, Izuku los observo desde lejos, mientras que se mantenía al tanto de todo con su madre. Luego intercambiaron e Izuku fue quien jugó con su padre y Todoroki converso con Inko. Finalmente, Inko y su esposo jugaron un poco, aunque no demasiado ya que Inko era incapaz de entender los controles y coordinarse. Mientras tanto, Izuku y Todoroki conversaban, girándose a verlos de vez en cuando, pensando que muy pronto ellos podrían ser como aquel matrimonio.

Vieron una película que a ninguno pareció gustarle pero nadie dijo nada hasta el final. Después jugaron algo de póker por sugerencia del señor de la casa. Todoroki hubiera sido el ganador por su habilidad de mantenerse sereno en cualquier momento, pero como su prometido lo conocía demasiado bien detecto cada bluff que hacia. Izuku pudo haber ganado de no ser por su mala suerte en las cartas y lo fácil que era decir cuando mentía. Por lo que para sorpresa de todos la ganadora fue la señora Midoriya en la ultima ronda que se hizo un all in. Como era de esperarse, los padres de Izuku contaron varias anécdotas de cómo se conocieron, y terminaron contando alguna que otra historia graciosa, y algún chiste realmente malo pero que por ello los hicieron reír a todos.