Prólogo

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Querido papá:

Hoy que me encuentro con este papel y esta pluma, las palabras sobran, pues toda mi vida no tuve el valor de decirte todo lo que mi corazón sentía.

Ahora que he crecido y me he alejado de ustedes, puedo ser libre o es lo que mi corazón siente al estar frente a esta gran montaña, observando esta vista tan espectacular que me regala. Tal vez estés odiándome en estos momentos por no haber hecho lo que a ti te hubiera gustado que hiciera después de todo lo ocurrido con Mamá.

Solo puedo decir que no pude, no pude seguir aparentando felicidad cuando en realidad no la sentía, los quiero, aunque nunca se los dije, pues las muestras de afecto nunca fueron lo mío. Tener este papel entre mis manos, me ayuda un poco a expresarme, sin miedo a ser criticada.

Espero que te encuentres bien, espero también que puedas perdonarme por todas las decisiones que he tomado en el transcurso de mi vida y que de cierta manera te han afectado.

Desearía haber sido la hija que siempre quisiste, pero siendo sincera aquella niña que aparentaba felicidad frente a los demás, ya no existe, ahora en su lugar existe una chica libre, tan libre como el viento que golpea mi rostro en este momento.

Te quiero a pesar de todos los conflictos que hubo, hay o habrá en algún futuro. Pues eres mi padre una de las mejores personas que he podido conocer en todo el mundo.

Con amor: Mía 



Gabbs.


Cartas a PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora