Querido papá:
¿Me querías antes? ¿Me quieres ahora?
Son preguntas que me han rondado la cabeza durante varios días y es que de verdad me siento diferente, fuera de lugar, como en aquellos momentos en los que no te sientes tú mismo, en los momentos en que las dudas te invaden, los miedos te dominan y los recuerdos te carcomen.
Mamá decía que el pasado podía ayudarnos como también destruirnos y en estos momentos sentada en esta pequeña lápida, donde yace el cuerpo de mamá, puedo comprenderlo por completo y es que los recuerdos nos enseñan todo lo que hemos pasado y no es para hacernos llorar si no todo lo contrario, funcionan para hacernos recordar lo valiente que hemos sido y los capaces que podemos seguir siendo.
Puedo recordar mi infancia, mi pubertad, mi adolescencia, mi madures todas y cada una de ellas llegan a mi tan rápido como una película, haciéndome ver todo lo que he pasado desde que aprendí a andar en bici hasta mi primer beso. Todo parece como una tortura y en cierto punto llega a serlo, pero esta vez me ha abierto el corazón, aquel que se negaba a aceptar mis sentimientos, aquellos que he reprimido hasta ahora.
Ahora sé que te quiero, incluso más que a mi propia vida. Me he dado cuenta cuando te aprecio, cuanto te estimo, ahora que los años han pasado algunas verdades han sido reveladas ante mí, tal vez las respuestas siempre estuvieron frente a mí, pero no podía verlas, no hasta que me diera cuenta lo que verdaderamente siento por ti y ahora puedo decir que nunca te he odiado, ni un poco, solo me negaba a admitir que tenías razón en todo en lo que me decías.
Me negaba a dejar mi orgullo, pues, aunque no lo parezca algunos somos demasiado orgullosos como para admitir que por primera vez somos nosotros los que nos equivocamos, estoy harta, y por eso he decidido no seguir más con este absurdo odio entre nosotros.
Te quiero y se siente extraño decirlo después de más de treinta años pero las cosas incomodas y extrañas siempre nos rodean, sin ellas ninguno de nosotros sabría el verdadero significado de la vida, sé qué crees que es mentira, sé que probablemente estarás riéndote ante estas palabras pensando en lo tonto que han de sonar en una persona como yo, pero aunque me cueste bastante decirlo, desde que conocí a mi ahora esposo me he vuelto una completa romántica empedernida que no puede vivir sin el amor.
Y es que como he dicho cada amor es diferente y sin duda el que había entre mamá, tú y yo siempre ha sido el más magnífico de todos y espero que así siga siéndolo hasta que nos encontremos con ella de nuevo...
Con amor: Mía
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Cartas a Papá
Short Story"Pedir perdón no siempre significa que estamos equivocados y el otro esta en lo cierto. Simplemente valoramos más a esa persona que a nuestro propio ego." Obra escrita por mi, queda prohibido su copia o adaptación sin mi permiso.