Querido Papá:
No sé cómo empezar esta carta, no tengo palabras hoy para escribirte. Hoy es como uno de esos días, cuando tenía dieciocho y aún vivía con ustedes, en donde no le encontraba sentido a la vida, no lograba hallar la manera de decirles cuánto odiaba estudiar medicina, hoy es uno de esos días en los que regresó a ser aquel pájaro enjaulado de hace años atrás.
No voy a mentir al decir que mi vida es un verdadero paraíso, porque incluso yo se que en los paraísos existen todo tipo de tentaciones. Pero es un hogar, un hogar donde incluso puedo enojarme con todos o querer morirme por cualquiera discusión, pero se con seguridad que al final del día estaré en casa, donde siempre debí de haber estado.
Creo que eso era lo que tu sentías con mamá, no entendía su amor, incluso ahora con treinta años no logro comprenderlo por completo. Dicen que el amor te hace perder la razón, te lleva a lugares inimaginables he incluso te hace tocar el cielo mismo, para ser honesta yo no creía que tu ocasionaras todo eso en mamá, pero ahora que he conocido el amor se con certeza que el amor no es igual para todos.
Hay amores como el tuyo y el de mama, donde nadie a su alrededor se daba cuenta del amor que se tenían, convirtiéndose así es su más valioso recuerdo. Creo que las palabras quedan cortas cuando el amor llega a tu puerta, pues es uno de los sentimientos más bonitos y más confuso de todos.
Todo cambia cuando creces, tus pensamientos no siguen siendo los mismos de antes, es difícil ver todo lo que ha sido de mi vida, pues el tiempo ha escapado de mis manos en un par de lo que parecen ser segundos. Aprendí que el tiempo es la cosa más valiosa que los seres humanos tenemos, algunos saben aprovecharlo por completo, algunos lo disfrutan sin importar nada y hay algunos que simplemente dejan de preocuparse por él, que no es tan importante como parece, hasta que se dan cuenta de todo lo que han desperdiciado.
Quisiera decirte que odio escribir estas cartas, pero la realidad me encanta sentarme justo en la terraza, con una manta y un café acompañada de la luna y las estrellas. Pues suelo escribir cada pequeña palabra justo a medianoche, pues la luna en general me recuerda a mamá.
Así puedo sentir que ella es quien me acompaña en cada palabra que escribo sobre este papel, como dije al principio no intentó ganar tu perdón sé que nunca me lo darás, lo único que te pido es que sigas leyendo estas pequeñas palabras hasta que la última de ellas llegue. Ahí te darás cuenta de la razón del porqué escribo todas estas tonterías, ahí te darás cuenta de cuál equivocados hemos estado.
Te darás cuenta del verdadero amor que ambos nos negamos a aceptar.
Aquel que siempre ha estado entre nosotros, sin siquiera darnos cuenta.
Con amor: Mia
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Cartas a Papá
Historia Corta"Pedir perdón no siempre significa que estamos equivocados y el otro esta en lo cierto. Simplemente valoramos más a esa persona que a nuestro propio ego." Obra escrita por mi, queda prohibido su copia o adaptación sin mi permiso.