Pov Christian
Despierto de golpe al no sentir su cuerpo ni percibir su aroma. Me siento en el suelo del salón. Miro a mi alrededor con los ojos entrecerrados ya que la luz del sol invade la estancia. Ayer comenzó con uno de los mejores días de toda mi vida y terminó de forma contraria.
¿No sé si es solo una broma de mal gusto o si es real? Pero de igual manera no me importa, si es que esa mujer no está muerta como yo creía más vale que se mantenga alejada no quiero nada tener que ver con ella. Y además se atrevió a acercarse a Ana, eso es lo que me tiene más alterado, no quiero que le hable, no quiero que se le acerque.
Me recuesto en forma de ovillo abrazando mis piernas, cierro mis ojos fuertemente y recuerdo todo lo que pasó ayer. Visualizo borrosamente cuando desgarré la envoltura del regalo, luego cuando procedí a abrirlo y posteriormente a dejar que se me resbalara de las manos al saber lo que era. Siento mis tibias lágrimas rodando por las mejillas y de repente una cálida mano se entierra en mi cabello y lo acaricia tranquilizándome.
-Hey, arriba, tienes que comer algo-dice esa dulce voz que me encanta.
-No quiero-digo sin animo.
-Por favor cariño, come solo un poco, ¿harías eso por mi?-pregunta.
Vaya, es buena negociando. Me siento nuevamente y siento sus suaves manos limpiar mis lágrimas justo igual que ayer. Ella se levanta y me tiende la mano, la tomo levantándome para seguirla. Llegamos a la cocina y deja en la barra en la cual ya me espera un plato con panqueques, huevos y tocino. Toma una jarra de zumo de naranja y me sirve en el vaso frente mi. Se sienta a mi lado y me mira.
-¿Tu no vas a comer?-digo.
-Ya comí cariño, lo hice mientras dormías, ahora, menos palabrería y más comida- dice sonriendo dulce.
Como en silencio mirando su rostro. No trae una gota de maquillaje y se ve bellísima. Su piel muestra algunas pecas que antes no había notado. Dios mío, no sabía que mi corazón pudiera palpitar así. Continuo comiendo y veo como se levanta el pelo en una coleta y va a lavar los platos y los utensilios que usó. Cuando termino mi plato ella termina también, por lo cual se acerca a mi y acaricia mi cabello. Amo que haga eso.
-Se hace tarde, así que tengo que irme-dice ella con cautela.
No, no quiero que se vaya, no soportaré estando solo, ¿y si cree que estoy loco o algo así y solo lo hace para irse y nunca volver? Dejo de pensar en eso y la miro negando con mi cabeza.
-No, Ana, quédate conmigo, por favor-digo desesperado.
-Christian, debo ir a trabajar, hoy irá mi jefe a ver nuestro trabajo- dice mirando afligida.
-Por favor, Ana-suplico.
-Te propongo algo, cada quien va a su respectivo trabajo y luego, cuando salga del conservatorio voy a Grey House a buscarte para ir a comer-dice mientras me presiona contra su cintura.
-De acuerdo, pero si me siento mal, ¿podré llamarte?-pregunto.
-Claro que sí cariño-dice separándose.
Caminamos tomados de la mano al vestíbulo y se coloca su gorro y lleva su abrigo en la mano. Acaricia mi mejilla suavemente y besa mi frente antes del subir al ascensor. Ella se despide sacudiendo la mano y entonces las puertas se cierran.
Pov Ana
Llego corriendo a casa, y cuando pongo un pie en el interior hago otra carrera al baño para darme una ducha rápida. Después miro en mi armario y pienso que sería prudente ponerme.
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Déjá Vu #PremiosObsesiónGrey2018
FanfictionEsta novela narra la inusual forma en que el romance de Christian Grey y Anastasia Steele nace, lo cual ironiza lo extraño que es el amor y de las surrealistas formas en las cuales se da. Desde niña Anastasia soñó con un romance de cuento de hadas...