Cap 4: Casualidades

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Pov Ana

Despierto muy temprano como de costumbre, me pongo mi ropa de deporte y voy a correr una hora antes de alistarme para el trabajo.

Al llegar entro a la ducha para asearme. Han pasado dos días desde el inusual encuentro con el hijo de Grace, hoy me toca ir a leerles a los niños que están internados y se que me espera un interrogatorio de su parte. Salgo de la ducha, me seco y me pongo mi ropa interior color nude.

Examino mi closet y de el tomo mis jeans, una blusa de botones negra con estampado florido, sobre de esta pongo un suéter ligero del mismo color. Una vez vestida seco mi pelo, lo cepillo haciendo pequeñas hondas en el, me maquillo como siempre, un poco de sombra, mascara y lipstick color nude. Me pongo unas botas de tacón alto, color camel, me pongo accesorios dorados, tomo mi bolsa del mismo color y antes de salir me pongo mi abrigo color naranja; y finalmente mis lentes de sol.

Tomo un taxi que minutos más tarde me deja fuera del conservatorio de música más prestigioso de Seattle

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Tomo un taxi que minutos más tarde me deja fuera del conservatorio de música más prestigioso de Seattle. Tengo casi dos años trabajando aquí como maestra de música y sinceramente me gusta bastante, lo disfruto mucho. Camino a marcha tranquila y llego a mi salón donde ya están mis alumnos. Estoy agradecida que sean de los menos caprichosos, por ser una escuela cara, solo los niños de familias ricas están aquí y aunque me han hecho algún que otro berrinche lo he sabido solucionar.

Son las dos de la tarde y ahora voy camino al hospital general de Seattle donde trabaja Grace, estoy muy nerviosa, supongo que Christian ha de haber hablado con ella sobre el otro día y se que me espera un interrogatorio.

Entro al hospital y camino hacia la zona que siempre ocupo, es el ala de terapia intensiva y en la cual muchos niños pequeños tienen que quedarse por meses hasta recuperarse. Es devastador ver a un niño de dos o tres años rodeado de tubos y mangueras para sobrevivir, por eso fue que decidí traerles un poco de entretención leyéndoles, cantándoles y demás cosas que se me ocurren.

Una hora después estoy fuera de la sala con dirección a la salida, pero una voz me detiene.

-¡Ana!-dice Grace detrás de mi.

Demonios, pienso. Camino hasta donde está ella y la saludo con un abrazo sonriéndole.

-Hola Grace, ¿cómo estás?-pregunto amable.

-Estoy muy bien, gracias. ¿Tú?-pregunta de igual forma.

-Muy bien, gracias. Algo estresada por la escuela y las sesiones, pero siempre es un placer venir- digo.

-Me alegra oír eso. Sabes, mi hijo Christian me dijo que te encontró en el supermercado- dice.

Lo sabía, sabía que me lo iba a decir. Asiento con una sonrisa en los labios.

-Sí, de hecho me chocó y ni siquiera se disculpó-digo.

-Me lo dijo, lo lamento mucho querida, el carácter de Christian es muy voluble- dice ella algo apenada.

-Vaya, no lo sabía. En fin, supongo ha de pensar que soy una neurótica por haberle gritado todo el tiempo, pero me molesto su acción, pero después me tranquilice y lo ayudé con su ataque de ansiedad- digo.

-¿Qué?-dice ella preocupada.

-¿No te lo dijo? Lo lamento Grace, no lo sabía-digo. -Cuando salí del supermercado estaba acuclillado muy sofocado, solo lo ayude a tranquilizarse, no era nada grave- digo sintiéndome culpable.

-Ese niño, pero me va a oír-dice.

-Creo que lo metí en problemas-digo.

-Bastantes, pero no es tu culpa-dice.

Finalmente salgo del hospital y camino hacia la acera para tomar un taxi al supermercado, muero de hambre y no tengo deseos de cocinar hoy. Al llegar camino hacia los comedores cuando mi teléfono suena y el cual contesto.

-Hola Ana, soy Gilbert-dice al otro lado de la línea.

-Hola Gilbert, ¿que pasa?-pregunto.

-Te propondré algo, quiero que dirijas el próximo musical-dice.

¿Yo dirigiendo un musical? Soy maestra pero no se si podré hacerlo, supongo que no sería tan complicado, ¿no?

-¿En cual estás pensando?-pregunto.

-Pensaba en Mamma Mia-dice.

-Me encanta ese musical- digo emocionada.

-¿Entonces te animas?-pregunta él.

-Déjame pensarlo, te lo confirmo más tarde-digo.

-De acuerdo Ana, nos vemos-cuelga.

¿Podré hacerlo? Dirigir un musical. Diablos, claro que puedo hacerlo. De repente siento que un cuerpo choca conmigo. Me doy vuelta y no puedo creer que el destino nos junte siempre así.

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Chicas, les dejo otro capítulo, espero les guste mucho y espero que les agrade esta Ana algo diferente.

Sin más por el momento queridas Greysesseds, se despide de ustedes, con amor, su amiga.

Joey 💕

Déjá Vu #PremiosObsesiónGrey2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora