Suban el telón, vaya al escenario.
Música maestro.
Mire sus partituras, tranquilo, seguro. Mirenos, confiamos en usted. Nos maneja, nos dirige. Libere el amor de su batuta. Compases perfectos, ritmo único. Eso es maestro, el público ya está espectante por escuchar la parte alta de su obra. Esa parte en la que sus movimientos, bruscos y bellos a la vez, embelesadores, crean, como por arte de magia, una melodía inigualable. Todo concuerda, violines, violas, violonchelos, todos únidos por su fina batuta, creando belleza a partir de cuerdas.
El teatro aplaude maestro, y es ahora, cuando descubrimos la verdadera melodía de nuestras vidas.
Mark
ESTÁS LEYENDO
Filosofía de mi vida
De TodoMis pensamientos. Mis preocupaciones. Mis reflexiones. Mi vida