CAPÍTULO 10: SOMOS AMIGOS

197 13 0
                                    

CAPÍTULO 10: SOMOS AMIGOS

Era ya tarde por la noche cuando Blaine regresó del trabajo. Estaba cansado y, a pesar de eso, había decidido que iba a dar una vuelta con unos compañeros antes de volver a casa. Había tardado tanto que no esperaba que Sam estuviera despierto. Su cara mostró claramente su sorpresa, haciendo que el otro sonriera.

–¿Pensabas que después de todo lo que ha pasado hoy iba a estar en la cama cuando volvieras? –El rubio preguntó mientras golpeaba con suavidad el cojín del sofá para que el otro se sentara a su lado. El moreno se sonrojó al darse cuenta de que su amigo lo conocía tan bien y que no podía escapar de esa situación.

–No sé si estoy preparado para hablar... –Los ojos color avellana miraron a los verdes con dudas.

–Eres mi mejor amigo y yo soy tu mejor amigo... Eso no va a cambiar... Lo único que me preocupa es el motivo por el que estabas llorando cuando viniste. –El dibujante miró al otro preocupado.

–No es importante. –El actor intentó evitar esa conversación.

–Cualquier cosa que te haga llorar, por pequeña que sea, es importante para mí. –Evans insistió.

–Es sólo... Me siento muy solo... Hace tiempo que no me siento amado y empiezo a pensar que eso no pasará nunca... ¿Por qué nadie me puede amar? –Anderson decidió contar una verdad a medias.

–Sé como te sientes, a mí también me pasa... Pero me consuela saber que te tengo a ti. –Sam intentó consolarlo.

–Pero algún día conocerás a una mujer...

–Y tú a un hombre. B... No podemos perder la esperanza... Algún día, los dos seremos felices... –El rubio abrazó a su mejor amigo y cerró los ojos, deseando ser él el hombre del que se enamoraría Blaine en el futuro. Sabía que era difícil, pero deseaba que eso fuera una realidad. Por su parte, el moreno se sentía tan seguro entre los brazos de su amigo que no quería separarse. Tal vez ese fuera el motivo por el cual los dos estuvieron abrazados más tiempo del habitual.

–Será mejor que nos vayamos a dormir. –El actor se separó del otro y se levantó.

–Claro, vamos.

Los dos emprendieron el camino hasta su habitación, pero Blaine miró a Sam algo confundido cuando este no entró en su habitación. El rubio sonrió divertido al darse cuenta de que se había olvidado de lo que acababa de pasar esa precisa mañana.

–B... Hemos movido todas mis cosas a tu habitación, ¿recuerdas?

–¡Lo había olvidado! Si quieres podemos volver a... –La frase del moreno se vio interrumpida por el otro, que lo besó con pasión para que no siguiera hablando.

–En algún momento tenía que pasar, ¿no? No podemos casarnos sin compartir cama... No es la primera vez y no tiene que pasar nada que no quieras. –El pintor explicó sin dejar de sonreír. Veía como afectaban al otro las muestras de cariño y quería pensar que, en el plazo que tenía hasta el divorcio, podía conquistarlo. La sonrisa que se dibujó en sus labios al pensar en que tal vez no habría dicha separación llamó la atención del otro.

–¿Por qué sonríes? ¿Tanto te gustó lo de anoche? –El actor se sonrojó al darse cuenta de lo que acababa de preguntar. –Quiero decir... Eres heterosexual y, aunque sintieras placer...

–Fue algo más que sexo y lo disfruté muchísimo...

–No tienes que tener charla dulce conmigo, me vas a llevar al altar de todos modos. –Anderson intentó bromear porque temía que la situación siguiera con esa intensidad y no poder resistirse.

–Tampoco te voy a mentir... Ahora vamos a dormir juntos y tenemos que empezar a eliminar la incomodidad... Que, por otro lado, no debería haber. ¿Por qué estás tan nervioso?

–Vamos a dormir juntos...

–No sería la primera vez.

–Pero tantas veces seguidas... Es posible que pasen cosas que nos incomoden... Somos hombres y a veces, por la noche, pasan cosas...

–¿Hablas de sueños eróticos y erecciones matutinas? ¡Vamos, B! Llámalo por su nombre. Somos hombres, nos hemos visto desnudos y hemos tenido sexo. Los dos sabemos que esas cosas pasan... ¡No hay que estar incómodos! –Sam intentó dialogar.

–Pero yo soy gay... –Blaine estaba tan rojo que pensaba que su cara comenzaría a arder en cualquier momento.

–¿Cuántas veces tengo que decirte que a mí no me importa? –El rubio se desesperó. –Te quiero, B. Eres mi mejor amigo, la única persona con la que me casaría para tener un hijo. Confío en ti ciegamente y sé que a tu lado no tengo nada de lo que preocuparme. Eso es todo lo que te tiene que importar... Y vamos dentro, es tarde y quiero descansar.

El pintor agarró la mano del otro y lo dirigió a su habitación. Vio como el moreno sacó su pijama y él se dio cuenta de que dormía en ropa interior, algo que, en la situación que estaban, podía ser conflictivo.

A pesar de todo, disfrutó secretamente al ver como el otro se cambiaba de ropa. Pudo apreciar ese hermoso cuerpo con el que había disfrutado la noche anterior y que había aclarado todo lo que sentía. Si antes de ese momento le quedaba alguna duda, la había disipado al sentir el hermoso cuerpo del otro entre sus brazos.

–¡Sam! ¿En qué piensas? ¿Por qué no te pones un pijama? –Blaine preguntó.

–Verás... No tengo pijama. –Sam reconoció.

–Cierto... –El moreno sabía eso, pero no se había acordado. –Si a ti no te importa...

–Por supuesto que no me importa. ¿Cuántas veces lo tengo que decir? Verás... –El rubio se acercó algo enfadado, pero intentando controlar su genio porque no quería complicar las cosas. Agarró las manos ajenas con suavidad. –Sé que no vas a hacer nada que yo no quiera... Pero tengo una pregunta... ¿Quién te ha dicho que no quiero?

–Sammy...

–No bromeo cuando digo que disfruté mucho anoche y, cuando quieras, podemos repetir. –El dibujante confesó.

–Estamos mejor como amigos.

En ese momento, Evans comenzó a dudar de los sentimientos de su amigo... ¿Podía ser que ya lo correspondiera?

A pesar de todo, decidieron ir a dormir en ese instante, ajenos a que, a mitad de la noche, Sam rodearía al otro con sus brazos y que Blaine, al sentirse tan seguro y protegido, se acercaría aún más hasta que, al final, se despertaron con sus labios separados por escasos centímetros. Se quedaron unos segundos perdidos en la belleza de los ojos del otro, deseando que se parara el tiempo y, que por un minuto, sólo existieran ellos dos en el mundo y poder estar así para siempre.

Una Propuesta Diferente (Blam - Boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora