One

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-¿¡Por qué me haces esto!? -le grité llorando.

-¡Entiéndelo HyeSun! Fuiste sólo una apuesta -gritó MinHo.

Ahora estaba más que humillada frente todos los presentes de la escuela.

-Nadie se atrevería a salir contigo, eres asquerosa. Estás gorda y das asco, cada vez engordas más y ya no soportaba pero tenía que ganar esta apuesta, no iba a perder 100.000 wons. Además tú piel se está volviendo flácida, con celulitis, no quiero ni verte, no puedo verte con lujuria. Me da asco hasta tus besos -dijo dándose la vuelta.

Caí al piso de rodillas mientras lloraba a mares, no era consciente de lo que hacía porque sabía que había muchos ojos mirándome, pero estaba más concentrada en todo lo que me dijo y toda la humillación que pasé.

Después de poco tiempo fui a casa, donde ya estaba mi padre y madrastra comiendo.

-Tú comerás ensalada -dijo mi padre seco.

-Cariño, no seas así -le reprochó mi madrastra.- es sólo que vemos que estás subiendo de peso.

¿También ellos?
No dije nada, sólo me senté y miré mi plato de ensalada con poco pollo. Y si, me lo comí.

-¡No puedo creer esto! -gritó mi padre viéndome furioso.- ¡Hasta como cerdo comes!

Yo me sorprendí por como me dijo, salí corriendo de ahí hacia mi habitación. Lloré en mi cama hasta quedarme dormida.

A la mañana siguiente sólo me alisté para ir a la escuela.

-Oh, HyeSun. Estaba preparando tu... -dijo mi madrastra pero no alcanzó a terminar cuando salí de casa.

Había quedado con HoSeok, mi mejor amigo, de desayunar en su casa. Pues no iba a sentirme cómoda comiendo en mi casa.

-¿En serio eso dijo tu padre? -preguntó la señora Jung asombrada. Ambas estábamos limpiando los platos. A HoSeok no le dije nada, sólo que lo extrañaba.

-No le diga a HoSeok -le supliqué.

-Tranquila, pero no debes dejarte aunque sea tu padre. Ni por el tal chico ese. Eres hermosa -me sonrío y yo a ella.

-HyeSun, te llevo a la escuela -dijo HoSeok apareciendo con sus llaves del auto en la mano.

Me despedí de la mamá de HoSeok y ambos fuimos a su auto para que pudiera llegara tiempo a la escuela.

-¿MinHo sigue contigo? -preguntó de repente.

-¿Eh? -pregunté desconcertada.- ¡Ah! Si -mentí. No quería dar explicaciones.

-Qué raro que quisieras verme de pronto -bromeó.

-Eres mi mejor amigo, obvio extraño el tiempo contigo -reí.

HoSeok y yo llevábamos una diferencia de cuatro años, lo sé, mucho. Nos conocíamos desde hace ya algunos años, él hasta trabaja y es productor en una discografía, y yo? Apenas pasaré a la universidad. HoSeok no tenía ni idea de mi infierno en la escuela.

-Gracias -le sonreí. Me despedí de él y salí cerrando la puerta.

Suspiré. Adiós tranquilidad, Hola infierno.

Al entrar por los pasillos todos se me quedaban viendo, unos con cara de asco, otros reían y algunos susurraban mucho.

MinHo se acercaba hacia mi. Claro que no me ilusioné porque ayer lo había dejado todo claro. Y si, sólo me tiró.

-¡Oh por dios! ¡Un terremoto! -gritó haciendo como si perdiera el equilibrio. El se reía junto con todos los que estaban presentes.

Apreté mis ojos y corrí al baño de mujeres. Me encerré y lloré como si quisiera hacer un nuevo océano.

-Hey chica -tocó mi puerta.- necesitamos hablar.

-Estoy bien, gracias.

Se escucho un bufido y después de unos segundos la chica se estaba asomando bajo de la puerta. Me asusté pero a la vez me sorprendí.

-No te preocupes. Sólo quiero aconsejarte -me sonrío.- ahora sal.

Dicho eso ella desapareció de mi vista. Sequé mis lágrimas y salí. Vi a la chica viéndose en el espejo y vaya que ella si era delgada, ¿de eso me dará consejos?

-He escuchado todo lo qué pasa desde meses. Supe la estúpida apuesta con MinHo. No te dije porque te veías feliz y a la vez no eres nada mío -me miró con frialdad pero después sonrío.- bueno, eso puede cambiar.

-¿Bueno? -dije insegura.

-El caso es que estoy aquí para darte consejos de que debes hacer. Si quieres ser irresistible -explicó.- soy Yoona. Y no hace falta que me digas, eres Sung HyeSun. Saliendo iremos a tu casa y ahí te explico todo.

Después de aquella extraña conversación en la mañana, traté de no pensarlo y concentrarme.

-Bien, vamos -dijo Yoona tomándome del brazo.- tú indícame el camino.

-Ah... Si.

Estaba más que confundida por este acercamiento tan raro. Al llegar a casa no había nadie así que sería más fácil todo. Le indiqué a Yoona donde estaba la cocina, ella volvió con fruta y agua para ambas.

-Bien, quédate en ropa interior -ordenó ella mientras se sentaba en la cama.

-¿Estás loca? -fruncí el ceño.

-Oh vamos, no soy lesbiana. Sólo quiero ver cómo te ves tú en el espejo con poca carne. En pocas palabras como te sientes con tu cuerpo, ya de ahí veré si te ayudo o no.

No muy convencida lo hice. Miré mi cuerpo en el espejo y lo miraba con cada detalle, antes me gustaba pero ahora no me gustaba lo que veía.

-¿Qué ves?

-Me doy asco -dije frunciendo el ceño.

-Bueno entonces te ayudo. Siéntate -palmeó la cama y yo hice caso.

-Lo que comerás a partir de ahora será hielo, mucho hielo, puede ser con sabor pero no es recomendable ya que es azúcar. Consumirás igual, demasiada agua, el triple que hacías antes, y sólo una fruta al día. -sonrió.- ¿fácil, no?

-¿Qué? Me mataré con eso. Además seré castigada lo haga.

-Yo lo hago y no estoy muerta. Mira, si te insisten en comer, come pero después toma estas pastillas -sacó un bote de su bolso.- te ayudarán a vomitar comida que hayas consumido.

-¿Y si tengo hambre?

Ella remangó su blusa de manda larga.- Te cortas -contestó simple.

Estaba impresionada. ¿Podré hacerlo?

-No se...

-Deberías hacerlo, te aseguro que servirá y tendrás miles de chicos de cualquier edad.

¿Funcionará así con MinHo? ¿Con HoSeok? Oh vamos, sólo es tu amigo.

-¿Aceptas? Te ayudaré ya que el principio es difícil -sonrió.

-Aceptó -sonreí.

¿Haré bien?

Skin & Bones J-Hope BTS TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora