café en ollita.

59 5 0
                                    

Yo estaba enamorada y se notaba
aunque fuese muy poco.
Yo vivía en la ilusión de que cualquier cosa que me ofrecieras era un regalo.
Parece ser que hasta la luna recuerda cuanto me doliste.
Y eso de que el regalo que me ofreciste esa vez, al abrirlo estaba vacío.
Y yo me pregunté: ¿por qué no solo basta mi presencia?, ¿por qué no solo basta estar conmigo?
Ahora, que estoy aprendiendo a sanarme de ti, es que regresas con plegarias y lágrimas.
Ay, cafecito de dolores...

Vehemencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora