Capítulo 2

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- Un, dos, tres, cuatro... - Hyukjae marcaba el paso de la coreografía y miraba que todos sus compañeros lo hicieran correctamente -¡alto!- dijo en voz alta y soltando un suspiro, pues esta era la quinta vez que detenía el ensayo -Ryeowook, es la quinta vez que pierdes el ritmo y te equivocas.

-Lo siento...- susurra apenado el menor, bajando su cabeza

-Chicos, ustedes sigan practicando- dice EunHyuk y luego mira al menor -acompáñame, Wookie.

Juntos salen de la sala de ensayos y el menor se percata que Hyuk los encamina a la cafetería. Una vez en dicho lugar, Eunhyuk le pide a Ryeowook que se dirija a una mesa mientras va por dos cafés.

-Aquí tienes- dice luego de un rato el mayor, quien había llegado al lado de Wook con los cafés.

-Gracias- susurra el menor tomando su café y esperando a que Hyuk se siente.

Ya instalado frete a Ryeowook, tanto EunHyuk como Wookie se quedan en completo silencio, solo bebiendo de sus cafés. Pero luego de un tiempo, el mayor decide romper aquel incómodo silencio.

-Somos amigos desde hace años ya, Wookie y sé cómo eres en el trabajo, por lo que puedo asegurar que algo te pasa para andar tan distraído- termina de decir EunHyuk con una mirada preocupada hacia el eternal maknae.

-Yo... no he podido dormir bien... me siento cansado... por eso me cuesta concentrarme en los ensayos- explica el menor lanzando un nuevo suspiro.

-¿Solo eso?- cuestionó el mayor queriendo averiguar la razón del mal dormir de su compañero.

-Solo eso- confirmó el menor sin querer adentrarse más en el tema. Pese a los años de amistad con EunHyuk, Ryeowook no se sentía preparado para contarle qué le sucedía, pues ni el mismo acababa de comprender. Solo sabía que desde hace una semana y media estaba teniendo extraños sueños en donde se veía como una chica y que estaba acompañado de un joven que parecía ser su pareja. Cada noche soñaba cosas diferentes con aquel sujeto, que más que sueños parecían recuerdos, y siempre despertaba a la misma hora, tres de la madrugada.

En esos momentos, ambos se habían sumado nuevamente en un silencio, aunque no tan incómodo como la primera vez. Ryeowook parecía sumido en sus pensamientos, mientras que Eunhyuk analizaba a su compañero.

-Puedes irte a casa Wookie, lo necesitas- dijo el mayor soltando un suspiro de frustración al notar que no sacaría nada más de su acompañante -descansa y duerme. Sé que una vez esté tu cuerpo descansado te pondrás al día con los ensayos.

-Gracias Hyukkie, prometo no defraudarte- dice con una sonrisa el menor y termina de tomar su café para irse al departamento a descansar, tal como el mayor le había pedido.

Luego de que Ryeowook terminó su café y se fue, el mayor decidió volver a la sala de ensayos, en donde el resto de sus compañeros lo esperaban. A penas entró las miradas se posaron en su persona, más al percatarse que venía completamente solo, pero nadie dijo nada a excepción de una persona.

Yesung había estado observando a Ryeowook todo lo que iba de semana y había podido apreciar los pequeños cambios que estaba sufriendo el eternal maknae. Las ojeras cada vez se hacían más pronunciadas por la falta de sueño, así como su rostro se volvía cada día un poco más pálido; todo esto sin contar el cansancio físico y mental que presentaba el menor. Nada de aquello había pasado por alto Yesung, quien se preocupó aún más al ver que Hyuk entraba solo, por lo que apenas les dio un descanso fue hasta él para preguntarle por Ryeowook.

Destinados a estar juntosWhere stories live. Discover now