Parte 5

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En contra de todos sus instintos, Jensen sale de su cálida y húmeda boca, no quería que aquello acabase antes de tiempo.

-Vale, lo dejamos aquí, no sé cómo estarás en mates pero en lengua estas aprobado.

-Uff, este colchón es muy duro- se queja Jared intentando acomodarse

-no te preocupes, en unos minutos no te quejarás por lo duro... del colchón- responde con tono irónico.

-¡Anda se me había olvidado sacar esto! –Mete la mano de nuevo en la caja y saca una tira de condones. A ver el colorido Jared pregunta:
-Ah esos son de sabores ¿no? Bueno, demasiado tarde para eso.
-Sí, es verdad, pero, ¿alguna predilección? lo hay de fresa, chocolate, menta...
-Menta no, que debe dar frío
-¿Y si no me pongo ninguno?
-¿Qué? Ni hablar.
-¿Por qué no? ¿Temes que te deje embarazado?
-Bueno, nuestros fans creen que es posible.
-Claro, y tú te vas a creer todo lo que escriben, me han dicho que en un fic yo era un robot con pecas y alcohólico, ah! y encima con disfunción eréctil. Falta de imaginación que tiene la criatura.

-Bueno mira... con lo de que somos pareja han acertado, lo supieron desde el principio, casi antes que nosotros mismos.

-Eso es porque tú no puedes disimular cuánto me deseas. Siempre mirándome con esos ojos llenos de lujuria.

-Oh, te lo tienes muy creído Jen, también miro así a muchas tías.
-Sí claro, olvidaba que tú eres bi. Bi naranja y bi cristal. Te gusta todo lo que se mueve.
¡Lo que eres es un vi-cioso!

-Y lo dice el tío que me tiene desnudo atado a una cama.

-¿Sabes? Hablas demasiado, tu boca ya me es inútil. –En ese momento coge el pañuelo que estaba a su lado y antes de que el alto pueda protestar, es amordazado.

De todas formas al rubio no le hacen falta las palabras, los gemidos se oyen con claridad y la cara de Jared se lo dice todo. Jensen se toma su tiempo en prepararlo, sabe que es la primera vez que le va a hacer esto y puede sentir su tensión, su curiosidad y su miedo. Lo llena de besos y lametones por todo el cuerpo. Le retuerce los pezones hasta conseguir un quejido que sólo hace enloquecerlo más. Se posiciona de rodillas listo para entrar en él y ve como el castaño abre los ojos asustado, niega ligeramente con la cabeza e intenta hablar.

No puedo hacerle esto, piensa Jensen, quiere sexo duro, no una violación. Por eso le baja la mordaza y la deja caer sobre su cuello.
Enseguida Jared empieza a hablar como una ametralladora. (Qué raro).

-Espera Jen, ¿tú has visto el tamaño de tu cosa y el tamaño de dónde pretendes que se meta? Me niego, ¡QUIERO LA EPIDURAL! esto va a ser como un parto marcha atrás. ¡Oh dios mío! Dime que vas a ir con cuidado, sabes que mi culito está intacto y yo...necesito andar, y sentarme, y...aaaaah! -Un agudo grito que ya está negando que haya salido de su varonil garganta se le escapa cuando siente la presión en su culo.

-¿Pero que haces? Aún no he entrado, sólo estoy llamando a la puerta.

-¡PUES NO LLAMES CON LA POLLA! ¡Y no aporrees la puerta, usa el timbre joder!

-¿Quieres tranquilizarte? Tío estás histérico. Relájate y verás como disfrutas.

-¿No me va a doler?

-Inocente. -Piensa Jensen. -Procuraré que sea lo menos posible pero no quiero mentirte, te va a doler. Pero puedes afrontarlo como un hombre.

-Sí claro, porque que te den por el culo es muy de machotes.

-Eso es lo más machista que te he oído decir.

-Lo sé, estoy nervioso...

Jensen empuja un poco hacia adelante y en ese instante suena el móvil de Jared junto a la mesilla. Jared ve el cielo abierto.

Una noche divertidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora