── ❛ Park Jennie, la joven que pasó de ser la más amada y aclamada en su escuela, a ser la más odiada y despreciada por todo alumno ¿por qué? Por ser una "enferma". Lalisa Manoban, una nueva alumna transferida de Tailandia que solo busca encajar en...
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—Buenos días, Jennie —La melodiosa voz de Taeyeon se oyó retumbar en la habitación, ya habían pasado varios años, diez, para ser más específica, desde la separación de sus padres, estos no funcionaban juntos. Su padre se encontraba en una relación con Kim Taeyeon, una joven la cual conoció en su trabajo, aunque luego esta fue despedida por razones que, ella, desconocía. —Estamos desayunando abajo, puedes unirte si quieres —Esbozó una sonrisa, luego de eso cerró la puerta yendo hacia la primera planta.
Su noche había sido algo buena, había logrado dormir toda la noche, y parte del día, aunque eso no hacía que sus energías fueran buenas, nunca presentaba un buen humor, y menos por las mañanas. Se estiró sentándose en la cama, debía de hacer varias cosas ese día, se habían acumulado varios exámenes en esa semana, por lo que debía de repasar para estos. Miró la puerta de la habitación, sería lindo pasar la mañana junto a su padre, ¿no? Soltó una queja levantándose de la cama y corriendo a tomar su abrigo y sus pantuflas. Abrió la puerta para luego dirigirse a las escaleras y bajar por estas, se colocó junto a la estufa calentándose.
—Buen día, Jennie —Su padre soltó una risa al verla junto a la estufa. -Jennie, ven aquí, ya se calentará la casa. —Su hija obedeció sentándose en una silla junto a su padre. -¿Dormiste bien? -Sonrió cuando su hija asistió. —¿Tienes planes para hoy? —Negó abrazando su cuerpo intentando mantener el calor de su cuerpo. —¿No?
—Jennie, linda, ¿Nunca tienes planes? —Esta vez fue Taeyeon la que habló, dejando una taza de café frente a su pareja. —Siempre te la pasas encerrada en tu habitación, ¡podríamos salir juntos! —Los ojos de la mayor se iluminaron mientras tomaba asiento en la mesa. —Nunca hemos salido los tres, siempre hemos salido nosotros dos —Giró su rostro mirando a su pareja. —¿Qué piensas, Jennie? ¿Te parece salir por la tarde?
—Debo estudiar, tengo exámenes —Elevó la mirada hacia Taeyeon esbozando una pequeña sonrisa triste. Sabía que las intenciones de ésta eran buenas, pero la idea de salir los tres, era algo que no quería que sucediera. —De hecho, debería de comenzar ahora, así que, disculpen. —Hizo una venia al levantarse de la silla corriendo escaleras arriba sin decir nada más.
—¿Por qué actúa así? —Taeyeon tomó asiento junto a Jungsoo, con una mueca de frustración en sus labios. —Entiendo, soy la madrastra, nadie quiere a las madrastras, pero, está exagerando —Ya no había sonrisas o una dulce aura, el aura de esa mujer había cambiado rotundamente, y no era muy agradable lo que intentaba conseguir. —¿No debería decirle algo? Termina siendo molesta y deprimente. —Entrelazó su mano con la de su pareja, mientras Jungsoo suspiraba.
—¿Qué puedo decirle, Taeyeon? —La miró. —Tiene diecisiete, está en plena adolescencia, no puedes decirles nada. —La mirada de la menor se deformó hasta hacer una triste mueca, clara súplica. —Puedes intentarlo tú.
