── ❛ Park Jennie, la joven que pasó de ser la más amada y aclamada en su escuela, a ser la más odiada y despreciada por todo alumno ¿por qué? Por ser una "enferma". Lalisa Manoban, una nueva alumna transferida de Tailandia que solo busca encajar en...
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El comedor de la escuela era un auténtico caos, la gente parecía tener muchas cosas de las que hablar y su interés por ellas era cada vez mayor, cosa que la sorprendía pues jamás le habían interesado las conversaciones que sus compañeros entablaban, pero al momento de oír las palabras "chica" y "nueva" quiso saber más. Las puertas del comedor se abrieron, causando un susto en más de uno de los presentes allí, tras esas puertas se hallaba Park Sooyoung; parecía estar intentando capturar a su nueva presa y rogaba a Dios de no ser ella la elegida de ese día, no sabría que cosas hirientes podría decirle, para su suerte la vio acercarse a ella, pero continuó su camino, simplemente dedicándole una sonrisa que dejaría a sus pies a quien ella quisiera.
—¿Park Sooyoung? —Escuchó una voz no muy lejos de donde ella estaba.
Sus ojos viajaron hasta dar con donde aquella voz se oía hasta dar con lo que esperaba, una joven de pelo rubio, que según recordaba tenía por nombre Joowon, parecía estar a punto de tener un colapso mientras Sooyoung simplemente sonreía dulcemente, su ceño se frunció al notar a la tercera presente en esa mesa; no sabía quién era, pero lograba llamar su atención, jamás había visto una chica tan hermosa como ella, bueno había muchas chicas hermosas en las revistas y la televisión, pero esa chica estaba muy por sobre ellas, tal era famosa. Recostó su rostro contra la palma de su mano admirándola en detalle, su pelo era fuera de lo normal, tal vez por no ser su color natural, pero aquel naranja le sentaba tan extrañamente bien, sus ojos eran grandes y se notaba el empeño que le había puesto en que fueran más llamativos, se sintió mal al recordar su aspecto, podría verse mejor con algo de maquillaje, pero no sería capaz de igualar el hermoso resultado que aquella chica había logrado.
Veía como su boca se movía con lentitud ante cada palabra que decía cayendo hipnotizada ante aquella sencilla acción que realizaba, oyó una risa detrás de ella y su hombro ser presionado girando a ver al causante como reflejo.
—¿A parte de ser un monstruo eres marica? —Soltó un suspiro, su ceño se endureció ante su presencia. —Irrespetuosa, debes de responder cuando alguien te hace una pregunta —Tiró de su pelo causando una mueca de dolor en el rostro de la menor, Seungyeon sonrió con autosuficiencia. —¿Vas a responder mi pregunta? —Negó causando que su pelo fuera jalado con mayor fuerza. —Tu madre fue muy mala educándote, ¿sabes?
—D-déjame, por favor —Suplicó frotando sus manos, sollozó al escuchar a la menor negar su súplica. —P-por favor —Sus ojos escocieron ante las lágrimas que el dolor provocaba.
—Deja de rogar, te ves más miserable de lo que ya eres —Bufó. —La próxima que te haga una pregunta, vas a responderme, ¿de acuerdo? —Asintió repetidas veces sintiendo como la mano de Seungyeon se alejaba lentamente de su pelo. —Ah me olvidaba, espero que el oxígeno que consumes sea buen alimento —Se levantó del asiento acariciando el rosto de Jennie. —Piensa que, si eso no es suficiente, morirás —Soltando una gran carcajada se alejó de Jennie, dejándola con miles de lágrimas recorriendo sus mejillas, tal vez debería de consumir oxígeno solamente, tal vez dejara de molestarla si ya no estaba.