CAPÍTULO SEIS – Insalvable bienestar
—Jennie, ya estoy en casa —La melodiosa voz de su madre hizo eco en la vacía casa, la mudanza había sido hace unos meses y no tenían más que los muebles necesarios para subsistir en una casa. —¿Jennie, todo bien?
—Sí, s-solo tengo sueño —Alzó la voz desde su habitación, aunque no estaba tan alejada de la sala estaba segura de que su madre no la oiría si no alzaba levemente la voz.
—¡Oh! Lamento molestarte —De verdad sonaba apenada. —No me hagas caso y descansa, ¡buenas noches, preciosa! —Silencio, un eterno silencio se formó a los alrededores luego de la despedida de su madre.
Su mano se dirigió a su boca para evitar emitir sonido alguno al momento de llorar, dios, se sentía demasiado culpable por lo que había hecho, pero no iba a negar que su figura se había mantenido estable todo el día, sin un aumento de tamaño en su estómago o la sensación de hinchazón que la comida provocaba, pero en serio no sabía que se sentiría tan culpable de hacerle una atrocidad tan grande a su cuerpo.
"No deberías comer tanto, vas a subir de peso"
Oh no, ella no iba a subir de peso y perder el cuerpo que tanto esfuerzo le había costado mantener, no, no lo perdería, pero su amiga tenía razón, estaba comiendo demasiado últimamente y su estómago se hinchaba más de lo que ella quisiera, dejando de lado el hecho de que se mantenía por largo rato, al notar esto se dispuso a comenzar a llevar una alimentación más liviana y que no le provocara nada malo a su cuerpo. Sus lágrimas volvieron a caer por sus ojos mojando sus mejillas y manos en el proceso, su madre y padre la odiarían si se enteraran, sabía que caería un castigo sobre ella y no podría hacer nada de su agrado por mucho, mucho tiempo.
En aquel momento no le pareció nada malo comer cualquier comida que se le apeteciera, por lo que preparó de lo poco que sabía cocinar a sus quince años y devoró todo con gusto, raramente, le había quedado delicioso. Luego de eso comenzó a comer cualquier aperitivo que estuviera frente a ella, mala idea. Había comenzado con una dieta que consistía en consumir la menor cantidad de grasas posibles, y aunque sus padres se habían opuesto rotundamente a su idea, ella no les hizo caso, obviamente iba a permitirse alguna de estas comidas "prohibidas" dr vez en cuando, pero esa semana había olvidado su dieta por completo y se sentía más hinchada de lo normal, y no era de esperarse esas repentinas ganas de ver que tan malo era el "asunto", el terror corrió por sus venas al momento de posarse frente al espejo de su ladre y elevar su remera para permitirse ver su estómago. A paso lento y dudoso se acercó al baño, no era correcto y lo sabía, pero una parte de ella le decía que así conseguiría lo que quería. Subió sobre la pequeña balanza que su baño presentaba, casi cincuenta, no podía estar sucediendo, ¿cuándo había aumentado de peso de tal manera?
Minutos más tarde procedió a salir del baño luego del shock que había tenido allí dentro, no podía mantenerse cerca de esa balanza por más tiempo o se pondría a llorar tal bebé. Se dejó caer en la cama mientras mordía una de sus uñas, aunque no las rompiera con aquella acción, sabía que no era lo ideal para sus uñas, pero no podía evitarlo, era como un tic nervioso.
"Hay muchas maneras de bajar de peso, deberías probar alguna si te sientes tan mal contigo misma"
La sonrisa que su amiga le enseñó en aquel momento no la mostraba asustada o culpable por haber vomitado todo su almuerzo y cena ese día, por eso pensaba que en realidad no era tan malo como se hacía ver, pero ella estaba dispuesta a pagar el precio por mantenerse en forma por lo que luego de muchos cuestionamientos, decidió hacerlo.
Tiró de la cadena del inodoro luego de acabar con su plan, se sentía liviana y amaba esa sensación, y mucho, pero algo en su interior le molestaba en demasía, incluso luego de haber descargado sus malestares, uno parecía haber crecido dentro suyo, y no estaba dispuesto a dejarla y con el paso del día se dio cuenta de que estaba en lo cierto.
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〝 bones ; jenlisa. 〞
Fiksi Penggemar── ❛ Park Jennie, la joven que pasó de ser la más amada y aclamada en su escuela, a ser la más odiada y despreciada por todo alumno ¿por qué? Por ser una "enferma". Lalisa Manoban, una nueva alumna transferida de Tailandia que solo busca encajar en...