3. Sorpresa

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Aun seguía en la oficina con Georgia,  ya habían pasado como algunas 2 horas, ella se veía agitada , buscaba entre cajones, papeles, archivos, en la computadora, en todos lados, al parecer no encontraba lo que quería o a lo mejor no encontraba nada.

-Algo me dice que no sabes lo que andas buscando y me tienes aquí por temor a mi padre- dije algo seguro y dudoso a la vez.

-No, no es eso, lo que pasa es que no encuentro nada, no hay nada disponible para ti, todos están llenos, voy a revisar expedientes viejos.

-Que triste- dije irónico - y yo que quería limpiar traseros- Seguí irónico - rayos- dije mientras agite mi brazo hacia al lado en forma de fracaso pero demostrando la ironía.

-Jaja, que gracioso- dijo irónica, mientras ponía sus ojos en blanco y tenia un expediente en su mano y se sorprendió cuando volvió a fijar su vista en eso, me dí cuenta que comenzó a leer de manera ansiosa.

-Perfecto- dijo entusiasmada- al fin encontré algo para ti, es algo viejo, pero es perfecto, primero debo de llamar a su casa para confirmar.

-Oye, ¿de qué hablas?, no entiendo, explícate.

-Primero déjame marcar a ese número y cuando terminé te explico- puse los ojos en blanco y luego asentí.

-Hola?- dijo Georgia al teléfono- ¿es la señora Anderson o algún tutor de Mackenzie?, a bueno, es del centro médico y rehabilitación más que una vida, quería saber ¿si necesitan ayuda con las necesidades de la joven? o ¿ya ella se encuentra mejor?-puso una cara de pena- o que mal, es para ver si ustedes necesitan ayuda , que tenemos a alguien disponible para ella, que le dé atención para cuando la necesiten dejar a solas y cosas así, o que bien, esta misma tarde le enviaré a la persona indicada para el trabajo, gracias por su atención,  feliz resto del día- y colgó feliz, al parecer se le darán sus planes

-¿Y bien?¿Quién es la "afortunada"?-dije resaltando afortunada con mis dedos dando a demostrar que era algo irónico.

-Su nombre es Mackenzie Anderson, cuando llegó a este centro tenía como 7 años, osea que eso fue hace como 8, 9 años , en la realidad no sé y comienzas esta misma tarde.

- A ver si entendí,  voy a cuidar a una chica con una discapacidad que no se cual es y por si fuera poco comienzo está misma tarde?

-Sip- dijo en forma de superioridad,  dando a entender que ella tenía razón.

-Dijiste que tenía que ser igual o mayor que yo, no una niña.

- No hay más opciones, además creo que le llevas como 1 o 2 años, tal vez llegan hasta ser muy buenos amigos.

-Ni que estuviese drogado sería amigo de un discapacitado- vi que le molestó,  enrollo el expediente y me pegó - auch, eso dolió.

- No te expreses así y si tu madre hubiese quedado así, ¿ hubieses dicho lo mismo?

-¿Por qué siempre meten a mi madre en todo?, además ella ni siquiera quedó así,  además eso ya pasó,  céntrate en el presente y olvida el pasado, si no pasó ya y si hubiese pasado lo acepto pero no sucedió- golpeé fuertemente la mesa y me levanté de forma muy brusca dejando un silencio muy incómodo y me retiré enojado y solo escuché que me gritó:

-Debes salir a las 2 porque es algo lejos, te voy a enviar la dirección.

Miré mi reloj y eran las una treinta y decidí ir a comer antes de conocer a mi nueva "amiga". Volví a mirar mi reloj y ya eran las dos y quince de la tarde, eso no me sorprendió no quería llegar a ese lugar, para nada, no quería convivir con alguien sin saber nada sobre esa persona y mucho menos sin saber su problema.

Me metí al auto, entre las llaves y lo hice rugir, antes de arrancar puse el GPS con la ubicación que me había enviado Georgia, subí la radio y volví a mirar el reloj, eran las dos y veintiuno y ahí arranqué.

Después de un recorrido de una hora y cuarenta cinco minutos llegué a mi destino. Era una casa de campo muy linda arriba de una colina, lo triste es que mi bebé no es un todo terreno y el no podrá admirarlo más de cerca ese "lindo" lugar. Me desmonté de mi bebé y comencé a subir la colina, llegué mas rápido de lo que creí, pensé que me iba a cansar al primer paso pero no fue así. Ya frente a la puerta respiré profundo, me puse firme y decidí tocar, me sentía  un poco nervioso y no sabia porqué, soy Jackson Phrill y yo nunca me pongo nervioso. Aún seguía en la puerta así que decidí tocar mas fuerte hasta que escuché a alguien que me gritó:

-Ya va, deme un minuto- gritó una señora del otro lado de la puerta hasta que me abrió. Esta era una señora que tenia un delantal blanco y estaba llena de harina, esta era de pelo castaño, ojos marrones y de test blanca, esta aparentaba ser de treinta años- tu debes de ser el joven que iban a enviar.

-Sip, soy el mismo-dije ya sintiéndome algo cómodo.

-Por cierto, soy Michelle, pero como ya vas a ser parte de la familia me puedes decir tía michi-ella dijo ese comentario de una forma tan indiscreta, como si me fuese a casar, yo solo puse mis ojos como platos y sonreí falsamente- no mal pienses cariño, yo solo lo digo porque ahora pasarás mucho tiempo aquí-, por favor pasa- yo asentí y entré- disculpa el desorden, aun no he podido organizar, tengo poco tiempo.

-No hay problema, por cierto soy Jackson.

-Que lindo nombre, te llamas igual al hijo del señor Phrill- sonrió, mientras iba a la cocina.

-Soy el mismo- dije de manera fría. Con solo pensar que estoy aquí por culpa de James, me hierve la sangre.

-WAO- dijo con asombro y felicidad-estás muy cambiado y guapo, lo que no entiendo es por qué tú y no otro.

-Lo que pasa es-suspiré- es una larga historia, mejor presente  a la "agraciada".

-Si, dame un segundo- dijo mientras me hacia señal de pare con ambas manos y se dirigía a la escalera-Matt, ya baja que llegó el encargado de cuidar a tu..-la interrumpí.

-Pensé que iba a cuidar una chica.

-Si lo harás, lo que pasa es que vivimos mas personas aquí que son mi hijo y mi padre.- en ese instante iba a decir algo pero en ese instante bajó alguien por las escaleras de forma rápida, para mi que era el hijo de Michelle.

-Madre, se niega rotundamente en bajar, no quiere- dijo el chico que acababa de bajar.

-Trata de convencerla.

-Dice que no necesita un niñero y menos un amigo, además discutimos y no querrá seguir escuchándome, a parte dijo que si la van a cuidar que vallan a su habitación, que es ella la enferma no el- dijo el chico algo angustiado, hasta que decidí interrumpir.

-Michelle, cada minuto de mi vida es importante, por la rabieta de una niñita no voy a seguir parado aquí como un estúpido.

-Jackson!?- dijo el joven sorprendido y yo puse cara de idiota- soy yo Matthew, tu viejo bro de la secundaria- estaba sorprendido, no lo podía creer, me emocioné tanto que le dí nuestro viejo abrazo tipo saludo y el me correspondió.

-No puedo creer que seas tu.

-Ni yo. Madre, nos enviaron un guardián, ahora si me iré mas tranquilo.

-¿Te vas?

-Si, voy hacer mi carrera en la universidad de mis sueños pero, no me había ido por causa de mi prima, sube y ve a conocerla, es la habitación de la izquierda-yo asentí y subí por las escaleras hasta llegar a mi destino. La puerta estaba abierta y había una joven postrada en la única ventana de la habitación, así que decidí entrar lentamente para sorprenderla hasta que ella habló.

-Largo, no quiero un niñero, no te quiero aquí, toma tu camino de vuelta y no vuelvas mas, que yo odio interactuar con gente como tu, que se cree lo muy muy solo por ser hijo de un millo digo multimillonario- ella me dejó sorprendido, no entiendo como logró saber quien era si ni siquiera  se había girado a verme.

-¿Cómo supiste quien era si ni siquiera me volteaste a ver- lo dije con asombro y eso que ella aun ni se giraba- ¿a caso tienes complejo de psíquica o bruja?- dije burlón- ¿Qué eres?¿Un hada?¿un ángel?¿una especie mágica?-seguí burlón.

-No-susurró mientras me paraba de reír- soy ciega- y en ese instante se giró y me puse serio,me sentí tan apenado y mas por haberme burlado de ella.

Nuestro propio infinito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora