Capítulo 6

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La ciudad de Groove compartía junto con Kostina ese aspecto sombrío que tanto atraía a los visitantes de las islas. En el caso de la ciudad costera estaba inundada de vida, no sólo por su puerto aéreo uno de los más importantes del norte, también conexión con el mar hacía que el humor de la gente más relajado.

Ambas volvían a caminar con capa, tras unos días de descanso el dinero se había reducido con el doble de rapidez. Tenían que encontrar un medio para volver a la isla de Fontal y terminar el recorrido en la capital.

Las horas de luz estaban contadas tan al norte, por ello había que saber aprovecharlas con sabiduría. Desde que habían abandonado el bosque el calor se había convertido en uno de sus problemas, más debían seguir adelante y eso implicaba encontrarse en el centro de la ciudad.

El sol se alzaba en lo alto del cielo radiante y ardiente, haciendo que sus rayos cayeran sobre sus cabezas:

- ¿Arlet?

No era lo normal que alguien la llamase por su nombre, ella se giró sorprendida para encontrarse cara a cara con una melena dorada:

- Capitán, me sorprende encontrarlo en tierra.

- Mi sorpresa es mayor, pues no esperaba encontrarte acompañada- Se giró hacia la derecha- El capitán Gerek Droth Toudall, a su servicio señorita.

El militar trató de ver más allá de la capucha de la joven, por lo que ella se retiró suavemente.

- Eider, un placer- Ella parecía buscar a alguien con la mirada.

Arlet comprendía que el revuelo del puerto podía marear un poco, pero tenía una sensación extraña, que parecía compartir con la elfa.

- ¿Y hacia dónde os dirigís?- Continuó diciendo el Capitán.

- Lindburg- Sus pupilas otearon a alguien en el horizonte, la figura pronto se perdió en la marabunta.

- Sigues tan habladora como siempre, ¿y qué me dices de ti?- Dijo observando a la encapuchada.

Ni siquiera hizo el ademán de contestar, cuando comentó en un susurro a su compañera:

- Aún tenemos que encontrar nave.

- Podéis venir con la armada, sabes que tienes un sitio a bordo.

- No, gracias- Contestó Arlet de manera seca- Buscaremos otro sitio.

- No comprendo tu negativa, cazadora- Jamás la había llamado así, más comprendía que en presencia de las gentes del puerto él era un militar.

Y que las diferencias entre ellos eran evidentes, por ello una parte de ella deseaba alejarse de él. Eso que todos veían y que ella intentaba ignorar lo terminaría separando irremediablemente.

Bajo esa luz tan radiante las escasas partes metálicas de su uniforme parecían refulgir más de lo normal. Mientras que ellas: dos encapuchadas tampoco pasaban desapercibidas.

- Arlet- Ella se giró hacia Eider, escuchó un cierto tono de preocupación en su voz.

- Nos veremos Capi, aunque no nos queda mucho tiempo aquí.

Gerek se quedó allí plantado viendo cómo desaparecían.

- ¿Te encuentras bien?

- Estoy un poco mareada- Arlet asintió y se dispusieron rápidamente a encontrar una posada en la que descansar.

Por suerte cerca del puerto eso no fue tarea difícil, ambas entraron para pedir una habitación. La cazadora se quedó mirando como ella pagaba su alojamiento:

Arlet: Historia de una cazarrecompensasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora