El Príncipe y los siete Bogatyrs (AU Yuri!!! on ice)

12. Propuesta

—¿Te sientes bien? —le pregunto Mila al ver que no se movía de su sitio.

—Tengo sed, mucha sed —respondió como pudo.

Los caballeros estallaron en carcajadas ante el estado del chico.

—Es normal Yuuri, lo que estas experimentando se llama resaca —decía la pelirroja acercándole un vaso de agua el cual bebió en unos segundos— Siéntate y come un poco, traeré un té que te ayudara con el malestar

El Zarévich hizo caso y se sentó en el lugar de siempre con Makkachin a su lado.

—¿Te sientes muy mal? —le preguntó Leo al ver como se restregaba con furia los ojos.

—No, solo estoy un poco mareado

—Aquí tienes Yuuri —decía Mila poniendo frente a él su desayuno— Intenta comer un poco, te hará bien

Sin pensarlo mucho probó un bocado de la tarta de frutos que le sirvieron y luego un poco del té que la pelirroja hizo para él. Al cabo de unos minutos ya había terminado con todo y gracias a la infusión estaba recuperando sus fuerzas.

—Parece que te has recuperado —comentó Georgi viendo como el Zarévich bebía la última gota de té.

—Sí, ya me encuentro mejor

—Eso es genial —dijo Pichit apoyando sus codos en la mesa— Aunque más genial fue lo de anoche

—¿Anoche? —preguntó confundido Yuuri. Ahora que lo pensaba no recordaba mucho de lo que pasó— ¿Qué ocurrió anoche?

—¿No lo recuerdas? —habló JJ extrañado. Yuuri simplemente negó con la cabeza.

—¡Fue muy divertido! —inquirió alegre Pichit— Bailaste sobre la mesa

—Oh, pero primero cantó con Georgi —aportó Mila.

—También intento toca una canción en la guitarra de Leo —decía Otabek.

—Sí, fue divertido. Yuuri ni siquiera había visto una guitarra antes

Todos reían alegremente recordándole las tonterías que hizo la noche anterior, mientras que Yuuri se encontraba avergonzado por su actuar.

—¡Ah! ¡Lo siento! —se disculpó— Lamento mi mal comportamiento...

—¿De qué hablas? —lo interrumpió JJ— Todos nos divertimos anoche, no tienes que disculparte de nada

El resto de los bogatyrs estuvieron de acuerdo con las palabras de su compañero, pero aun así el Zarévich no podía parar de sentirse avergonzado.

—Se ve muy tierno con las mejillas coloradas —soltó Otabek de pronto.

El comentario solo hizo que Yuuri se sonrojara aún más de lo que ya estaba. Era un poco incómodo tener encima de él a todos aquellos guerreros viéndolo enternecidos.

—Hey Yuuri, hay algo que te queríamos proponer... —tomó la palabra JJ quien miró al resto de sus compañeros que le asintieron para que prosiguiera. El bogatyr se notaba un tanto nervioso, llevó una de sus manos hasta atrás de su nuca y se aclaró la garganta— Veras, voy a ser directo. A todos aquí nos gustas... y nos harías muy felices si escogieras a alguno de nosotros como tu pareja

—No importa a cuál elijas —completó Emil— El resto lo aceptará sin oponerse y te seguirán queriendo como a un hermano

—No es necesario que respondas de inmediato —dijo Georgi— Puedes tomarte tu tiempo y darnos una respuesta cuando te sientas listo