XIII

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Y aquí estoy otra vez.

En el lugar donde todo comenzó.

En esta habitación tan familiar.

Siento asco.

Recuerdo haber conocido cada rincón de este lugar.

Al que antes llamamos "hogar".

El que fues nuestro fuerte.

Heme aquí.

Con este nauseabundo olor inundando mis fosas nasales.

Este olor que amaba.

Que tan bien conocía.

El que me mantenía en calma.

Estoy frente esta misma cama.

En la que no puedo sentarme si quiera.

Donde solo nos acostabamos a compartir anécdotas.

Nos abrazabamos.

Reíamos.

Ahora estoy entre estas 4 horribles paredes.

Testigos de nuestros momentos.

Confidente de nuestros secretos.

Estoy en este estúpido lugar.

Que solía ser tu habitación cuando pequeña.

Estoy recorriendo cada bobo lugar.

Recordando todo lo que vivimos aquí.

También estoy viendo unos feos marcos con fotos de nosotras.

Todo es mierda.

Ahora te estoy viendo a ti.

Culpable de cada desgracia que me ha sucedido.

Porque todo es por ti.

Estoy mirando tus ojos marrones.

Que algún día llegué a amar, hasta el punto en que me perdía en ellos.

Veo tu nariz, que antes me daba ternura.

Bajo mi vista y veo tus labios.

Siguen siendo igual de voluptuosos. Pero son tan crueles que hasta pueden hacer caer al más duro.

Sonríes.

Y sigue ahí esa maldita sonrisa que tanto me gustaba. Pero no hay nada más que decir aquí.

Bajo mi mirada más y observo tu cuerpo.

Sigue como lo recordaba, incluso mejor, puedo notar que vas al gimnasio con frecuencia.

Tus piernas se ven más tonificadas con ese vestido azul ajustado.

Tu abdomen más plano y con forma bajo la tela.

Tu cintura definida y pequeña, se puede observar a través de las partes abiertas que dejan al aire libre tus perfectas curvas.

Llevas tu cabello a la cintura con ondas, veo que ha crecido, lo que es raro porque recuerdo que solías odiar tu cabellera larga.

Vuelvo a tu cara y observo tus facciones, delicadas, y más lindas.

Parece que el tiempo se hubiese detenido.

Pero volví a despertar de mis delirios.

¿Que mierda estoy pensando?

No.

Tu me abandonaste. Me tricionaste. Eres mala.

Pero no puedo resistirme a tus encantos.

Te odio por hacerme amarte.

-Anónima

Anónima  (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora