"Madurez"

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Stuart 20 - Noodle 18

-Murdoc quiere celebrar tu cumpleaños.
-Oh, en serio -Noodle rodó la mirada.
-Pero Russel dice que sólo es un truco para ir a tocar a ese tonto club.
-Tiene que quitarse la idea de que seremos una banda.
-Hey, no somos tan malos.

El peliazul se acercó a la asiática con una caja de cigarrillos.
-Por medio de este cigarrillo te declaro legal, y por fin podré tocarte sin ir a la cárcel.
-Cállate -Noodle rió y le quitó el cigarrillo.
-Sólo porque eres adulta no significa que puedas hacerlo más seguido.
-Oh, y tú sí.

El peliazul ahora muy conocido como 2D se sentó en el sofá a un lado de Noodle y sacó su propio cigarrillo junto el encendedor. Prendió su cigarrillo y lo unió con el de Noodle para encender el suyo.

Se recargaron entre ellos y fumaron en silencio, ellos se entienden a la perfección, saben cuando hablar de algo y cuando no, y cuando echarse sólo ahí en silencio, disfrutaban la compañía del uno al otro de cualquier forma, y lo mejor es que con ningún sentimiento en especial.

. . .

-No creerás lo que me pasó hoy.
Noodle entró a la casa y fue directo a 2D que se encontraba sentado comiendo. 2D la miró en silencio, dándole la señal de que la escuchaba.

-Conocí a un chico.
-¿Nivel?
-Le di mi número.
-Parece bueno.
-Era muy lindo -mordió su cabello.
-Tal vez sea el indicado.
-Tal vez.

. . .

-¿C-cuánto dices que duraron?
-Tres semanas.
-Hey, estuviste cerca del mes.
-No digas nada -cubrió su rostro con su brazo.

Stuart 21 - Noodle 19

El peliazul miraba la tele tranquilo bebiendo una cerveza ignorando las quejas de Noodle.

-Sí, claro, todos saben que son falsas, maldita desgraciada. Se creen la gran cosa. Un día le daré una gran... -Entró a su cuarto-.
2D rodó la mirada y se levantó para ver qué tenía Noodle, pues a veces sus quejas terminan con lloriqueos.

Entró al cuarto y vio a Noodle sin camisa echada en su cama sollozando.

-¿Qué pasa? -Se acercó.
Noodle habló con la cara en la almohada y el peliazul no pudo entender nada. Le quitó la almohada y la miró con seriedad.
-Estoy, e-estoy...
-¿Estás? -Alzó una ceja.
-¡Estoy plana! -Tomó la almohada de nuevo para gritar en ella.

El peliazul rió divertido y le quitó la almohada lanzándola al suelo.
-Noodle, estás bien.
-¡Mira esto! -Se sentó y tomó sus pocos pechos- ¡son unos limones!
-L-los limones están bien -sonrió nervioso, no sabía cómo animarla.
-Sólo dejame morir aquí.
2D suspiró y salió del cuarto.

Pasaron unos minutos para que volviera a la habitación y encontrarse a Noodle aún deprimida en la cama.

-Encontré la solución a tu problema.
-¿Vas a pagar la operación por mí? -Lo miró.
-¿Q-qué? No -se sentó a su lado-. Las haremos crecer, natural.
-¿Qué? -Se levantó y lo miró confundida.
El peliazul le enseñó un frasco de crema.
-¿Qué es eso?
-A-algo, ahora quítate eso -señaló el brassiere.

Noodle obedeció sin penas ni quejas, a Murdoc le encantaría una amiga así. 2D echó crema en sus manos y con cuidado las colocó en los pechos de Noodle, empezó a masajearlos suavemente empujándolos hacia arriba. Sólo escuchaban sus respiraciones y cruzaban sus miradas, sin ningún sentimiento especial, o eso se hacían creer ambos.

A pesar de las varias inclinaciones que hacían a punto de un beso, y de la gran tensión que sentían, nunca pasó nada.

. . .

La boda de mi mejor amiga [2nu/2dle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora