Porque los musicales eran su sueño y vida pero nunca podrían ser su amor y pasión.
O en el que una visita inesperada del pasado toca directamente a las puertas de Hoshitani Yuta para mostrarle al mundo que él floreció magníficamente en otro escena...
Primero que nada quisiera disculparme con las personas que leen este fanfic, sobre todo con MartitaRoss a quien le dije que a más tardar actualizaría el domingo pero por problemas técnicos no pude actualizar hace semana y media, personalmente como lectora me molesta cuando no actualizan por un largo periodo de tiempo pero dicen que actualizaran pronto y ahora ser el escritor que no actualiza cuando dice me molesta a un mas, de verdad, una disculpa.
Ahora si, el capitulo...
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El Foxtrot, algo mágico, dicen algunos.
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- Yuta –
El viaje de la escuela al estudio fue muy tranquilo y en cierta forma increíble. En un principio penso que las palabras del director serían alguna clase de broma, que no dijera en serio lo de él mismo llevarme y que en su lugar mandaría a alguien más a hacerlo pero grande fue mi sorpresa al vero esperando en el pasillo justo cuando salí del salón, el director Hiragi fue sorprendentemente amable y conversador, muy interesado en preguntar sobre si estaba de acuerdo con los planes de Kaname ya que lo conocía y por ende conocía perfectamente en lo que usualmente terminan sus "planes", así que cuando le dijo al director que efectivamente, no estaba muy convencido pero que igualmente sabia en que se metía y que en cierta forma, mucho a su vergüenza, estaba ansioso por tener el sabor de su viejo mundo, el resto del camino la pasaron hablando sobre cómo eran las cosas cuando todavía estaba como participante oficial y las tendencias crueles de Kaname, al llegar el director le dijo que si pasaba algo (Kaname) le llamara y le recordó que tenia ponerse al dia con sus tareas y clases.
El director es un hombre estricto pero de cierta forma amable o tal vez solo tenían un tema (las tendencias de Kaname) en común.
Al entrar lo primero que lo saludo fue la vista de una Chizuru muy sonriente y sus ex compañeros mirando desconfiadamente a la mujer que, ahora que lo notaba, sostenía algunas bolsas.
No sería la primera vez que se lo preguntaba esta día pero..... ¿En qué demonios se metió?
-Los mayores-
Las puertas se abrieron poco a poco, mostrando a un grupo de personas, adolescentes, al otro lado del pasillo. Los primeros en pasar fueron la pareja de un chico peli naranja en un traje formal negro y una chica de cabello negro en un vestido azul, caminado de la mano atravesaron el salón hasta quedar del lado derecho, la siguiente pareja en pasar fueron de dos rubios, el chico de igual traje formal negro y la chica en un vestido color crema se situaron del lado izquierdo, poniéndose listos para cuando la música sonara.
Para ellos era suficiente, si bien se imaginaban que serían más personas del medio, nunca esperaron que fueran tan jóvenes pero las dos parejas, a pesar de su edad, eran imponentes y prácticamente perfectos, ciertamente mucho más de lo que esperaban pero una mirada rápida a su maestro les dio a saber que las cosas no habían terminado, el hombre ni siquiera se inmuto por los nuevos integrantes de la habitación, su la vista jamás dejo la puerta, esperando tranquilamente e instando a sus alumnos a que hicieran lo mismo, cosa que hicieron sin poner la menor resistencia y ellos agradecían el no distraerse ya que se hubieran perdido la entrada de la última persona que esperaban ver.
Ahí, en la puerta del salón, se encontraba Hoshitani Yuta, con un traje formal color negro, el cabello sorprendentemente largo recogido perfectamente hacia atrás en una coleta baja que caía por su hombro con algunos mechones rebeldes sobre su frente, una sonrisa tranquila y sus verdes ojos brillando con anticipación, caminando tranquilamente hasta llegar al lado de Chizuru y ofrecerle su mano (Chizuru parecía encantada y no dudo en tomarla) dándole una vuelta se situaron en el centro de la pista, en posición para iniciar.
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(Solo como referencia, el pelo le llega un poco por debajo de los hombros)
Era increíble, apenas la música inicio el ambiente cambio totalmente, era como si fuesen trasportados a un lugar lejano, fuera de esta mundo, la pista parecía desaparecer lentamente con cada paso, parecía uno de esos cuentos antiguos donde el entorno se perdía poco a poco y los movimientos lentos se transformaban en un canto susurrante que te invitaba a unirte.
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No importa que hicieran, ninguno de los presentes podía apartar la vista del chico de ojos verdes, incluso los demás bailarines tenían problemas en concentrarse y seguir con lo suyo, sus movimientos eran lentos pero tan atrayentes como los rápidos, suaves y delicados pero que no perdían su ímpetu y energía, clamando por la atención, reclamando la vista de todos, deslizándose de forma segura por todas partes sin el menor atisbo de incertidumbre con el que todos estaban acostumbrados a verlo en el escenario, lo más extraño posiblemente fue que, según en tiempo de la canción, fueron 4 minutos pero para ellos solo fueron un par de segundos.
La música termino poco a poco, con los bailarines dando un arco graciosamente y situándose en línea para esperar el juicio de los presentes, algo mecánico, casi ensayado, resultando ser un acto tan natural para ellos. Nadie se movía ni decía nada, incapaces de hacerlo se limitaron a mirarlos fijamente, con el recuerdo de las chispas volando, desvaneciéndose lentamente para regresar al entorno normal y cotidiano que era el estudio de baile.
- Bueno, ya que ninguno de ustedes piensa decir nada lo haré yo - la voz fuerte de su maestro llamo su atención mientras este se situaba al inicio de la línea –las personas que están aquí son estudiantes míos que me harán el favor de ayudarlos con sus prácticas, los primeros que entraron fueron Hyōdō Kiyoharu y su compañera, Hanaoka Shizuku quienes ocupan un lugar entre los 10 mejores de Japón - lo único que obtuvieron como respuesta fue un asentimiento de cabeza y una leve inclinación antes de que se encaminaran a la puerta y salir sin un segundo pensamiento - los que le siguen son los hermanos Akagi, Gaju y Mako, ellos ocupan un lugar entre los mejores 15 en Japón – dando un elegante arco como saludo los hermanos fueron los siguientes en salir.
Ellos, un grupo que en su mayoría estaba conformado por recién graduados y meros estudiantes con poca experiencia profesional, estarían recibiendo asesoramiento no solo de uno de los mejores bailarines profesionales a nivel mundial sino que también de sus alumnos que pasan a ocupar lugares entre los primeros puestos de todo Japón.... ¡¿en qué clase de loca fantasía estaban metidos?!
- Y por último pero no menos importante, mi ex alumno, Hoshitani Yuta, quien, aun en un pequeño descanso, ocupa uno de los primeros 3 lugares en Japón – Hoshitani solo les dio una sonrisa y un arco pera, al igual que sus demás compañeros, retirarse por la puerta – no se dejen engañar por sus edades, si bien son jóvenes tienen una trayectoria profesional increíble – Sengoku san decidió dejarlo en claro antes de pasar al chico que lo acompañaba - aprenderas mucho de Yuta, Tatara, trata de estar lo más cerca de él y no te preocupes, puedes pedirle consejos libremente, él es un buen maestro -
Espera ¡¿QUE?! Hoshitani, su Hoshitani ¿entre los primeros puestos del baile de salón competitivo?, sus miradas lo siguieron todo el camino hasta que perdieron su vista
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Y fue viendo como su kohai se deslizaba por el piso como si fuera aire que llegaron a la conclusión.... la magia existe.
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Hoy me di cuenta que falto una parte así que decidí subirlo otra vez ya con la corrección.
