¿Princesa? |#1| © TERMINADA.

Capítulo 5

—Oh...

—Pero ellos no saben eso. Solo me molestan por tener el mismo nombre que ella –durante unos segundos, ninguno de los dos dijo nada. Hasta qué Mark se revolvió incómodo.

—¿No has pensado en cambiar tu nombre?

—El último deseo de mi abuela fue que yo usará su nombre. Ella dijo que algún día se lo agradecería, pero... Bueno. Ahora ahí tienes tu razón para alejarte de mi –ambos se miraron y sonrieron hacia mi.

—No –dijeron al mismo tiempo.

—¿Porqué no?

—Porque no mereces que te molesten –dijo Jack.

—Te vamos a defender aunque eso nos perjudique –aseguró Mark.

—Ustedes están locos –sonrieron aún más –. Van a enviarlos de vuelta a su país.

—Oh, bueno... –y ahora estaban nerviosos.

—Sobre eso... –Mark rascó su nuca nervioso.

—¿Qué pasa?

—Bueno, sucede que... En realidad no hemos venido de intercambio... –habló Jack – Nos mudamos hace dos meses y medio aquí. Si algo pasa, solo nos enviarían a nuestro departamento –se encogió de hombros.

—Bueno, se hace tarde y las clases van a empezar –Mark dió media vuelta sonriendo y caminado con dirección al salón. Jack lo siguió de la misma forma y eso me hizo a mi sonreír.

—Si que son muy raros.

Desde que Ale se había ido que yo no sonreía. ¿Como era posible que dos desconocidos causarán eso en mi cuando nadie más lo había hecho? Sacudí mi cabeza y caminé hacia el edificio.

Las clases dieron inicio. Algunas veces nuestra maestra hacía preguntas de participación. Consistían en que si respondías bien, te aumentaba quince puntos. Yo siempre las respondía, pero ella me decía que estaba equivocada, pero cuando alguien más, después de mi, respondía lo mismo que yo, la maestra lo aprobaba. Esta vez sucedió, pero quién respondió bien fue Jack.

—Isaac Newton, efectivamente tenía problemas para recordar los nombres de las persona. Inclusive el de sus propios hermanos.

—Excelente, Señor Jonhson. Tiene 15 puntos extra.

—Maestra, ¿habrá forma de pasar mis puntos a un compañero?

—Claro, si usted cree no necesitarlos. Solo dígame a quien y lo haré con gusto a quien sea.

—Genial. Quiero pasárselos a Azura Castillo.

Todo el mundo se quedó en total silencio, hasta yo. De reojo, vi que Mark sonreía ante la  situación.

—Me temo que eso...

—¿No dijo usted que lo haría con gusto, a quien sea? Porque se vería muy mal que no pudiera cumplir algo así siendo una distinguida maestra de estar prestigiosa escuela –la maestra lo observó muy fija y seriamente, luego a mi y anotó algo en su lista. Seguro era un reporte para Jack o algo.

—Azura, tienes 15 puntos extra.

¿Qué? ¿Cómo rayos había hecho eso?

Vi a mi lado que Mark sonrió con orgullo. Llegó la hora del descanso y ambos chicos literalmente me sacaron del salón hacia el mismo lugar de la mañana, me sonroje y bajé la mirada.

—Jack... –él me miró con atención –. Gracias por lo que hiciste en clase.

—No me agradezcas, Azura. Te prometimos defenderte y eso que hacía la maestra, no está nada bien.