Capítulo 18

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—Veamos, ¿me estás diciendo que Kurt hará todo lo posible por qué me enamoré de él?

—Si.

—¿Y luego?

—¿Qué significa "y luego"? Azura, él hará de todo. Cuando yo digo todo, es todo.

—Ajá –dije sin interés, ante esto el frunció el ceño. Se había sentado en uno de los sillones después de hablar histérico sobre lo que Kurt haría para conquistar mi corazón –. ¿Porqué te preocupa tanto?

—Porque tú vas a casarte conmigo –chasqueé los dedos y lo señalé.

—Ahí está. Si sabes que me voy a casar contigo, ¿Porqué te preocupas tanto, Ale?

—Azura, él hará todo...

—Si, eso ya está más claro que agua cristalina. El punto es... ¿Porque vine a vivir contigo? ¿Porqué estoy aquí? ¿Porque me presentaste como la futura princesa del reino hoy?

—Porqué... Tú vas a casarte con...migo –dijo sopesando sus propias palabras. ¿Cómo podía ser tan ingenuo?

—Exacto, contigo. No con él. Ahora, no debe preocuparte que Kurt haga todo para enamorarme de él, Alexander.

—El problema es que las chicas de la realeza creen que todos lo chicos de la realeza y príncipes somos como él y no quieren hablarnos.

De verdad que estaba contenido muy bien mis ganas de reírme por respeto y porque es el Príncipe de Cadah, pero no pude evitar sonreír.

—Vale, yo no soy de la realeza. Y te conozco mejor que ninguna otra chica, sé que tú jamas serías como él. Por Dios, nos conocimos desde niños, Ale. Si fueras arrogante cómo él, no habría aceptado el compromiso. Y yo tampoco voy a dejarme seducir por un engreído como Kurt Koffka, no voy a enamoré de él. Ahora, si me disculpas, necesito y quiero dormir.

Me aproximé a la puerta, pero se levantó y de una zancada llegó hasta la puerta.

—Siento haber hecho todo esto, Azura.

—Yo no, y en verdad te lo agradezco –me paré de puntillas y alcance a besar su mejilla apoyándome en él. Ante esto, Ale se sonrojó tan violentamente que me asustó. Me miró totalmente sorprendido.

—A, a... No-no hay de q-qué. Yo, yo... Debo irme. Buenas no-noches –Caminó de espaldas hasta la puerta y al abrirla se topó con PanHye.

—Majestad, ¿Se encuentra bien? –le preguntó muy preocupada.

—Si, si. Yo estoy bien.

—Su rostro está rojo –Ale se sonrojó aún más si es que eso era posible.

—No es nada, buenas noches –y cerró la puerta al salir, pero la mucama me miró preocupada.

—¿Pasó algo? ¿Se siente te mal?

—No, solo le di un beso en la mejilla y se puso así –la chica respiró aliviada –¿Porqué tanto escándalo, Hye?

—Cuando tiene fiebre se pone así. Entonces, solo estaba nervioso.

—Pero a ese extremo...

—Azura, le gustas.

—Oh, vaya... Eso explica muchas cosas –ella rió.

—¿Te advirtió sobre Kurt? –asentí –. Estaba muy molesto con la Reina Sylvia por invitarlo a quedarse en el palacio. Entonces, lo besaste...

—Solo su mejilla –inconscientemente llevé una mano a mi collar –. Me iré a dormir, ha sido un día demasiado agotador.

—Claro, yo dejaré esto en tu baño –señaló las toallas limpias que cargaba y se dirigió al baño mientras yo quitaba las cobijas para meterme en la cama.

¿Princesa? |#1| © TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora