¿Princesa? |#1| © TERMINADA.

Capítulo 7

-Cuando estoy bajo mucha presión, tiendo a... -suspiró nuevamente, no volvió a levantar la mirada.

-Tranquilo, Mark...

No me sorprendió tanto, pero sabía que si yo me mostraba afectada por eso, sería peor para él. Busque su mirada, sus ojos estaban cristalizados.

-Te lo diré -respiró hondo y contuvo el aire -. Todo comenzó cuando nací... Mis padres se casaron porque mi mamá estaba embarazada de mi. Cuando nací ella estaba tan ocupada en su trabajo y preocupada porque mi padre no la dejara que no me prestaba atención a mi. Al cumplir los 5 años, me di cuenta de que era muy inteligente para mí edad, desde los cuatro años aprendí a leer y a escribir por mi propia cuenta -ahora si me mostré sorprendida -. Escuché a la maestra decir que tendrían que adelantarme un grado por eso, que era un Niño Prodigio, pero eso a mis padres no les importaba.

>>En ese grado, ya que todos eran mayores que yo, me molestaba y me obligaban a hacer las tareas de todos. Me discriminan por ser inteligente, y en mi familia era igual, o peor. Así fue hasta el tercer grado, conocí a Jack... Él me animó, me decía que ser inteligente no tenía nada de malo, pero yo no lo creía así. Me llevó a su casa y ahí su mamá me acogió como a su propio hijo, mientras que a la mía no le importaba donde me quedaba hasta tarde -Hizo una pausa y se pasó las manos por el rostro, supuse que para despejarse.

-Me volví tan cercano a Jack, que ya lo veía como un hermano, pero toda la escuela lo tomó muy mal... Creían que éramos... Gays. Y nos discriminaron casi como lo hacían contigo... Empecé a sentirme muy mal, caí en depresión. Me corté los brazos y, Azura... Solo tenía 10 años... -me estremecí, era muy pequeño para soportar tanto, al igual que yo -. Intenté saltar de un edificio, pero Jack me detuvo. Intenté matarme al cruzar la calle, Jack me salvó. Intenté hacerlo también con pastillas... Jack me hizo devolverlas -sus lágrimas cayeron por sus mejillas -. Apesar de que Jack nunca me dejó, ni siquiera cuando su madre murió, yo seguía sintiéndome muy mal... Continúe cortándome, hasta que Jack me propuso mudarnos, no solo de escuela, ni de ciudad, sino... Del país. Así que lo hicimos, nisiquiera le avisé a mis padres, solo tome mis maletas y me fui con Jack... No se recupera con facilidad de algo así... Es por eso que no, no puedo trabajar...

Y rompió a llorar. Claro que me dolía verlo así, pero lo entendía a la perfección, yo había pasado lo mismo. Lo abrace y él lloró en mi hombro. Tenia que llorar, es una forma de desahogo, yo también lo hacía.

-Tranquilo Mark, yo voy a cuidar de ti y estaré siempre a tu lado. Te lo prometo -aseguré mientras acariciaba su cabello.

Con cuidado nos hice caminar hasta sentarnos en mi cama, Mark trataba de calmarse. Al final, se quedó dormido. ¿Cómo era posible que Mark me transmitiera una confianza que no tiene? ¿Cómo podía sonreír tan lindo habiendo pasado por todo eso?

De un momento a otro, mi mamá entró al cuarto, me alarme, ya que Mark estaba recargado en mi pecho mientras yo lo rodeaba. Pero ella solo sonrió y entró al cuarto.

-Escuché todo ¿Vas a cumplir tu promesa?

-Claro que lo haré. Él se lo merece.

-Estoy orgullosa de tí, Azura -acarició el cabello de Mark -. Prepararé algo de comer, mientras les traeré Galletas Zuri -asentí y ella salió.

Acaricié el cabello de Mark mientras lo observaba. De pronto, su rostro se frunció y respiraba agitado. Estaba teniendo una pesadilla. Lo abrace con un poco más de fuerza.

-Mark, tranquilo. Todo está bien, no estás solo... Yo te cuidaré -repetí hasta que abrió sus ojos de golpe y me miró nivelando su respiración