• CAPITULO 28•

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 Narra Zabdiel

El camino al hospital se me hizo verdaderamente eterno, no podía creer que esto estuviera pasando, si la hubiera perdonado nada de esto hubiera pasado, por mi culpa es que Sabrina se está muriendo, me lleve las manos a la cabeza, no puedo más con esta angustía

-va a estar bien loco, -me dijo Christopher sacándome de mis pensamientos-

-debes mantener la fé Zabdi, -agrego Erick-

-sabes que estamos contigo, -comento Joel-

-Sabrina se va a recuperar Bro y podrán estar juntos, -agrego Richard-

-Gracias 

Llegamos al hospital, me bajé del auto y corrí hasta la entrada, en la sala de espera estaba la familia de Sabrina- 

-¿Cómo está?, -todos volvieron a verme-

-¡TODO ESTO ES TU CULPA!   POR TU MALDITO ORGULLO MI HERMANA SE ESTA MURIENDO -grito Samanta lanzándose sobre mí-

-cálmate Samanta, -dijo su padre sujetándola- que no vez que el muchacho ya la está pasando mal

-No me importa, ¡se lo merece!  -dijo ella- Si Sabrina se muere será tu culpa Zabdiel de Jesús -no pude decir nada, Sam tenía razón, me alejé un poco de la familia de Sabri, sentía ganas de gritar de poder devolver el tiempo

-Familiares de la Joven Sabrina Alcázar, -dijo el médico, me levanté rápidamente y fui a ver que decía-

-¿Cómo está mi hija?

-la señorita Alcázar está muy delicada, sería un milagro si pasa la noche,  sería bueno que pasen uno por uno a despedirse -cada palabra que dijo el médico me rompía más por dentro- 

-¿Despedirse?, -pregunte y el médico asintió- por favor,  por favor déjenme entrar a verla, yo espero a que ustedes pasen de primero pero por favor quiero verla

-claro que si muchacho, -me dijo su padre dándome unas palmadas en mi hombro, uno a uno fue entrando, primero su padre, luego su madre, después Sam-

-ve hijo, -me dijo Roberto-

Caminé por el pasillo y me topé con la puerta del cuarto donde estaba Sabrina, tome aire, debía ser fuerte para poder transmitirle mi fuerza y que ella pudiera salir de esta, porque debía salir de esta, abrí la puerta y en cuanto la vi me desplome,  ella estaba conectada a muchas maquinas, me acerque, su respiración era tan débil, su boca aún golpeada me provocaba besarla, todo su rostro estaba golpeado y con algunas cortadas, tome su mano, no hubo ninguna reacción de parte de ella-

-Sabri tienes que luchar, -le dije- no puedes dejarnos, no puedes dejarme a mí, te amo, te amé desde el primer beso que nos dimos, yo no me voy a despedir de ti porque yo sé que vas a salir de aquí -suspire y me lleve su mano inmóvil a mi boca y le di un leve beso- perdóname, -le suplique entre sollozos- Sam tiene razón es mi culpa el que estés aquí , -cuando termine de decir esa frase todas las máquinas a las que ella estaba conectada empezaron hacer ruido y el cuerpo de Sabrina a convulsionarse, casi de inmediato la habitación se llenó de doctores y enfermeras-

-tiene que salir joven, -dijo una enfermera sacándome del cuarto-

-¿Qué tiene? ¿Qué le está pasando?, -dije mientras la enfermera me sacaba-

-la paciente está entrando en shock, -me dijo y cerró la puerta dejándome afuera, caí al piso, no podía creer que mi Sabrina se estuviera muriendo, a como pude llegue a la sala de espera -¿Qué paso Zabdiel?, -me dijo Samanta-

-Sabrina entro en shock, la están atendiendo ahora, -dije entre sollozos, las siguientes horas fueron largas, no teníamos noticias de Sabrina, y yo no paraba de pensar que por mi culpa ella esta ahí ahora, me dolía recordar como la deje ahí en la playa cuando ella se sincero conmigo, fui un completo estúpido-

-Zabdi será mejor que regresemos a la casa -me dijo Renato-

-si ustedes quieren irse adelante yo no me voy a mover de aquí, -le dije-

-Tienes que descansar, -insistió-

-¡No me voy a ir!

-Chicos nos vamos, -le dijo a los demás, todos se levantaron, sabían que debían obedecer la orden de Renato-

-Llámame cualquier cosa, -me dijo Chris y camino a Samanta escuche que le dijo que lo mantuviera al tanto de salud de la amiga de Sabri y después se fueron-

-¿un café? -me dijo Lara la mamá de las chicas-

-No gracias

 -tienes que comer algo muchacho, -negué-

-¡Señores!, -dijo el médico apareciendo-

-¿Cómo está mi hija?

-lamentable su hija sufrió un shock, logramos estabilizarla, pero la joven cayó en estado de coma

-¿Cuánto tiempo va a durar así?, -pregunte-

-No sabemos, pueden pasar, horas, días, meses incluso años -respondió el médico y a mi mundo termino de caerse, la madre de las chicas se abrazo a Roberto y Sam se abrazó a si misma y se dejo caer al piso, esto tenía que ser una pesadilla-

Me Enamore de Él  •[Zabdiel de Jesús]• TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora