Capítulo 27 - Seria Charla.

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En ese momento Mikel llega a casa de trabajar con muchas ganas de ver a Elena. Sabe que hace horas que ha llegado y está seguro de que lo espera ansiosa. Se quita el abrigo y lo cuelga en el perchero junto al de Zeeb. Él hubiera querido ir a recogerla y a recibirlas a ella y a su hija al aeropuerto para darles una bonita sorpresa de bienvenida, pero su trabajo se lo impidió.

La verdad es que el trabajo de gerente de hotel es un poco duro, tiene que hacer muchas cosas, como planificar, dirigir o coordinar todas las actividades del hotel. Es responsable de todos los servicios del hotel, incluyendo la recepción, los servicios de conserjería, las reservas, los banquetes, los servicios domésticos, el mantenimiento y la restauración, la evolución del personal, y las ventas y la comercialización, así como de la administración del hotel. Todo para que su hotel funcione como es debido y que su gran negocio no acabe fracasando.

Desde la cocina Elena lo escucha entrar y cerrar la puerta. Con una gran sonrisa sale a la entrada a recibirlo, tenía muchas ganas de verlo, lo estaba esperando con ansia desde que había llegado a casa. Mikel al verla se alegra de que ya esté ahí, con él, en su casa, después de tanto tiempo que a los dos se les hizo eterno, como si hubieran pasado años en vez de tan solo unos meses. Los sonríen felices de al fin poder estar juntos, llevaban deseando ese momento con intensidad, lo soñaron durante muchas noches y al fin se ha hecho realidad, por fin están juntos y esperan que sea durante mucho tiempo, o mejor aun, para siempre, hasta que la muerte los separe.

Como saludo de bienvenida Elena le da un abrazo y une sus labios con los de él, dándose un dulce beso. Habían anhelado mucho el momento en que por fin se dieran el primer beso entre ellos saboreando los labios el uno del otro y sintiendo amor puro, algo que los dos hacía mucho tiempo que no sentían, sobre todo Mikel. Después de unos segundos sus labios se separan y se miran como dos adolescentes enamorados por primera vez.

―Me alegro mucho de verte― le dice Mikel.

―Yo también a ti, te eché mucho de menos.

―Ya... Pero no nos vamos a echar más de menos.

―Por fin estoy aquí, estamos juntos― le dice con una gran sonrisa.

―Pareces estar incluso más guapa― le dice haciendo una pequeña pausa― ¿Ya te has instalado?

―Sí, ya deshice las maletas, pero Selene aun no, del cansancio se quedó durmiendo, así que tendrá que ponerse mañana a deshacerla.

―Mañana tenía pensado que saliéramos por la ciudad, para que tu hija la conociera, por lo menos durante las horas de sol, luego tendrá toda la tarde para instalarse, no hay prisa.

―Está bien, es una buena idea, tengo muchas ganas de volver a caminar por la ciudad y seguro que a Selene le gustaría conocer este sitio.

―¿Qué tal se llevan entre ellos?― le pregunta interesado.

―Bien, estoy segura de que serán buenos amigos.

―Me alegro mucho― le dice con una sonrisa― Ahora voy a hablar con Zeeb― le dice encaminándose hacia las escaleras.

―Vale.

Mikel sube las escaleras, tiene un tema pendiente del que hablar con Zeeb y ese tema pendiente es Selene, quien no quiere que corra peligro con la convivencia con su hijo. Sabe que es capaz de controlarse perfectamente con Elena y con el resto de la gente en general, a no ser que se rompa la distancia invisible de seguridad que Zeeb tiene siempre mucho cuidado de no sobrepasar.

Acaba de subir las escaleras y va directamente a la habitación de Zeeb, pero antes de entrar pica. Zeeb está sentado frente al escritorio con los brazos apoyados sobre él y la cabeza sobre ellos, está pensando en medio de la oscuridad de su habitación, pero al escuchar el sonido rápidamente levanta la cabeza y ve a su padre entrar. Mikel al ver todo a oscuras pulsa el interruptor junto a la puerta encendiendo la luz siendo capaz de ver a Zeeb sentado frente al escritorio.

Saga Secretos Ocultos (Pausada Temporalmente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora