Después de meses de Soledad mi hermano vino a visitarme
- ¡Dios! ¿A que apesta? - exclamó
-Perdon por el desorden, no esperaba visitas- el me volteo a ver cuando salía de la habitación y es como si al mirarme hubiera entendido que había pasado
- Lo voy a matar - susurro, un susurro que pude escuchar, ya que relativamente su voz es demasiado alta como para no oír un susurro a 5 metros a la redonda.
Un abrazo, cómo extrañaba el calor humano de Emi especialmente, pero uno de mi hermano Manuel fue como gloria para mí
- No tienes que decirme que paso si no quieres - me dijo al oído mientras me abrazaba más fuerte.
- No quiero - dije - Solo quiero salir a hacer algo, he estado en cuarentena aquí - el solo se rio porque no sabía que era verdad
- Pero por favor, banate ¿no?, y una peinadita de paso - Manuel lo mencionó mientras me veía de arriba y abajo, con cara de desagrado
- Con una condición - dije
- Lo que sea para que te quites ese olor a depresión - seguía disgustado
- Ayúdame a recoger las cosas de Emi y tirarlas a la basura - no estaba segura de eso pero quería hacerlo
- Con gusto - respondió con una sonrisa
Ese mismo día salí de antro con mi hermano, se que puede sonar muy ridículo pero mis amigas, bueno, mi amiga Jessica estaba en España con su esposo Javier, si, se acaban de casar y específicamente dijo que no llamara ¿Que se le hacía?
Principalmente quería salir para olvidarme de Emi, tan siquiera una noche con alguien, tal vez amor temporal es lo que necesito, o eso creo.
Mi hermano como de costumbre me abandonó, lo vi bailando con unas chavas muy guapas, diría yo el solo volteo a verme para sonreír y levantar los dedos pulgares
Yo me quedé en la barra, estaba empezando irritarme por la alta música y todos los gritos que había. De la nada llega el indicado, bueno a esa hora todos eran el indicado, se sentó junto a mí, ordenó algo y volteó a verme, pensé que no iba a decir nada hasta que - ¿Que hace alguien tan guapa como tu aqui solita? - Dijo mientras me miraba de reojo, ¿Enserio no sabe decir otra cosa?
- No es algo que te incumba, mi amor - yo seguía sin verlo, se rió de mi comentario, hubo unos segundos de silencio incomodo, entonces vi de reojo que se estaba parando de su lugar, ahí es cuando lo voltee a ver, di un golpe en la mesa lo suficientemente fuerte para que me pudiera oír el
- ¡Escucha! - volteo muy asustado - Aunque tu intento de "ligarme" fue muy malo, a mi no me importa tu nombre, ni en qué trabajas, ni cual es tu pasatiempo y yo se que a ti no te importa todo eso de mi, tenemos necesidades, se que quieres llevarte a alguien esta noche para olvidar tu soledad unas horas, yo tambien, asi que voy a hacer más fácil esto para los dos, vámonos - se que el no sabia que decir por el tamaño de su boca abierta, tartamudeo un "si" y nos largamos de ahí.
Le di las indicaciones para llegar a mi casa. Sabía que lo que estaba haciendo era arriesgado, él podría ser un asesino, un violador o las dos pero la verdad era lo que menos me importaba.
Cuando llegamos, apenas y dijimos algo mientras cerraba la puerta de mi cuarto y apagaba la luz entre intervención de sus manos en mi cuerpo, y la noche pasó así.
Desperté exaltada y un poco sudada tuve una pesadilla, busque consuelo en el cuerpo de al lado pero era un desconocido, no sabía qué hacer, estaba empezando a desesperarme y no sabía porque, necesitaba algo para tranquilizarme, mejor dicho necesitaba Emi para tranquilizarme, me levanté de la cama con sólo una playera encima llegué entre tropiezos al clóset buscando alguna pertenencia de Emi, nada, no había nada, entonces recordé que había tirado sus cosas ¿Porque hice esa tontería? salí corriendo hacia las bolsas de basura que estaban afuera de mi casa, no me importó que estuviera medio desnuda o que estuviera oscuro y lloviendo, me hinque delante de las bolsas, trataba de romperlas con mis uñas que ya estaban sangrando, se rompían del esfuerzo que estaba haciendo pero finalmente logré romperlas, lo primero que saqué fue una foto de Emi y yo, cenando en nuestro tercer aniversario, pero unida con una cinta como si antes hubiera sido partida a la mitad.
Sin darme cuenta las lágrimas salieron. No entendía qué me pasaba, me sentía culpable, sentía que había engañado a Emi cuando ya ni siquiera estaba con él, yo no estaba con él, cinco palabras para la definición de porque yo no era nada, sin él yo no tenía sentido.
Me quedé unas horas ahí, rebuscando en las cosas de él para sentirme mejor. Ya se estaba aclarando la mañana, podrían ser como las 6:00 a.m.
Oí unos pasos atrás de mi, el desconocido
- ¿Estas bien? - lo voltee a ver con mis ojos rojos e hinchados, eso debió darle una respuesta clara.
Se quedó mirándome por unos minutos hasta que quiso hacer algo
- Hey, ¿que haces? - le pregunté mientras me cargaba, quería bajarme pero no podía moverme por el frio que tenia, asi que no tenía más remedio que dejar que me llevara adentro de la casa.
Me bajo en el sillón de la sala, frente a la televisión y después se fue, me senti mal al saber que otra vez estaba sola.
El desconocido entró a la sala con una taza caliente de café y una cobija, puso el café en la mesita de al lado y me cobijo, él se sentó en el sillón de al lado.
-Desconocido, ¿no vas a decir nada? - le dije mientras tomaba un sorbo de mi café
- Mi nombre es Adrian, ¿y el tuyo? - me di cuenta que tenía los ojos muy bonitos
- Si como sea, soy Maria, ¿por que sigues aquí? -
- Beno, Maria, estoy muy bien gracias ya me iba -
- Si te quieres quedar mas, no hay problema, no me gusta estar solita - le dije mientras prendía la televisión
- Si me di cuenta ayer - me dijo con una sonrisa burlona
- Callate, no lo digas - buscaba alguna pelicula de amor
Poco a poco caí dormida, desperté alrededor de las 2 de la tarde, Adrián ya se había ido, estaba completamente sola, no había señal de que mi hermano hubiera llegado, siempre lo mismo con él, siempre me abandona.
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(Sin tí)tulo.
Short StoryEsta historia trata sobre Maria, que perdio su cordura cuando perdio a Emiliano.