Después de algunos días de estar en observación finalmente me dieron de alta, lo que quería era irme de aqui lo mas pronto posible
Llegue a mi casa junto con Adrián, se podía oler la ausencia de dias, solo queria estar abajo, no quiero ni pensar mi cuarto, que pesadilla volver aquí, aunque lo haya causado eso.
Adrian me trajo lo necesario a la sala para subsistir unas horas en lo que él no estaría
- ¿Te traje lo necesario? - pregunto preocupado
- Más de lo necesario, muchas gracias - una sonrisa se formó. Pero se quito cuando vi que un señor en una bata salió de la nada, tenia unos pequeños lentes para sus pequeños ojos, se veia muy alto
- Solo es cuestión de tiempo - dijo el señor de la bata, era la voz que apareció en mi sueño mientras estaba inconciente, "solo es cuestion de tiempo" repetia y repetia, cada vez más alto, retumbaba en mi cabeza
- ¡Callate! cállate, cállate - gritaba lo más fuerte que podía, cerrando mis ojos con fuerza por el miedo que sentía
Cuando los abrí solo vi a un Adrián muy asustado, mirando a la dirección a la que estaba gritando, no había nadie, había desaparecido.
- ¿Te sientes bien? - preguntó bajito pero que pudiera escucharlo
- Bueno, depende, si "sentirme bien" es haber visto a alguien que me repitiera una frase cada vez más fuerte y después haya desaparecido, estoy perfectamente bien, de otra manera, podría ser una loca - conteste encajando las pocas uñas que tenia en mi pierna por la ansiedad que me estaba causando ese momento
- Oye no, espera, te estas lastimando - grito Adrian apuntando a mis piernas. Voltee hacia llas, me había sacado sangre pero no sentía dolor alguno. Adrián llegó corriendo con papel, alcohol y unas cuentas curitas.
No podía dejar de ver las heridas que me hice y el hecho de que no sintiera nada en absoluto, como si estuviera, necesitaba a alguien
No, necesitaba a Emi, a mi Emi
Aunque Adrián intentó calmarme contándome historias o poniendo música lenta, él fue el que se calmó demás y se quedó dormido a mi lado.
Sin nada más que hacer, voltee a mi alrededor, me topé con el teléfono de la sala, quería llamarlo a él pero sabía que no me contestaría, pero una voz en mi cabeza me obliga a hacerlo pero, me resisto. Me sé su número de memoria, quiero hacerlo, no, tengo que hacerlo. Tome el teléfono con las manos temblorosas, Marque el número, rápido, sonó dos veces del otro lado, mi corazón latía rápido, mis manos estaban sudorosa, queria colgarle pero algo no me dejaba, contesto.
- ¿Hola? - como extrañaba su voz - ¿Hay alguien? ¿quien es? - había borrado mi número al parecer, pero no me importaba, ¿cómo era posible que después de todo lo sigo amando como el primer dia? - Se que hay alguien, puedo oir tu respiracion - me asuste, me congele, mi mente se puso en blanco, ¿que le digo al amor que he perdido?.
- Hazme sentir algo - susurré, mire a la esquina, ahí se encontraba el señor de la bata, sonriendome, en ese momento colgué.
Seguía viendo al hombre en bata, no sabía si era un sueño o era real.
En su pequeño bolsillo en la parte de arriba se leía "Dr. Aguilar"
Mire hacia Adrián, seguía dormido, volví a voltear a ver hacia el doctor y ya no estaba.
YOU ARE READING
(Sin tí)tulo.
Short StoryEsta historia trata sobre Maria, que perdio su cordura cuando perdio a Emiliano.