- ¡Ya porfavor! dejame, dejame - pude gritar lo más fuerte que podia, sentia que me seguía agarrando
- Maria, Maria, ¡calmate! - escuchaba uno voz a lo lejos
- ¡Te he dicho que me dejaras! - cuando abrí los ojos, había un Adrian tirado en el suelo, mirándome asustado
Se acercó a mí para abrazarme
- ¡No me toques! quítate de encima - le grite a Adrián mientras me impedia que me abrazara
- Aqui estas bien, tranquila - dijo él en voz baja
- Me esta viendo, me esta viendo - abrace mis piernas y mire a todos lados, buscando al doctor
- ¿Quien te esta viendo? - pregunto el, muy consternado
- El, el doctor - vi al Dr. Aguilera en el pasillo que daba a las escaleras, afuera de mi cuarto - El, el, ahi esta - golpee un poco el hombro de Adrián para que volteara hacia allá
- Maria, ahi no hay nadie - dijo el, mirándome con lástima
- Te juro que ahí estaba - no podía creerlo, lo acababa de ver
- Ya, ven aquí - abrió sus brazos en señal de un abrazo
- No, no puedo, Emi podría llegar en cualquier momento, tal vez nos esté viendo en este momento, el siempre esta al pendiente de mi - mire alrededor de mi cuarto en busca de Emi para luego ver a Adrián y sonreirle
- Quédate aquí, iré por un poco de agua - se paró y se fue por la puerta
- Ok, pero no te tardes, quiero contarte lo que hice con Emi ayer, te va a dar mucha risa - me despedí de él con la mano, con una risita nerviosa
Adrián salió del cuarto con el ceño fruncido, despues volvio con un vaso de agua, me lo dio y me lo tome todo de un trago
- Amm, ¿sabes donde esta Emi ahora? - me pregunto el, viendome con cara de lastima
- Claro, de seguro esta buscando un regalo para mi, hoy es nuestro aniversario - le dije a Adrián con los ojos de esperanza
- Maria, eso no es verdad - me dijo Adrian
- Si, es verdad - insistí
- No, Emi te dejó hace meses - me dijo él para después darse la vuelta
- ¿Que dices? claro que no, el me quiere, ¡nunca me haría eso! - le grite un poco, me pare de la cama - Estamos casados, no me mientas, ¿por que me mientes? - yo caminaba de un lado a otro, desesperada por no creer lo que me decía
- No es mentira, te estoy diciendo la verdad - seguía sin voltearme a ver
- Es mentira, mentira, mentira blah blah - me senté en el suelo y tape mis oídos mientras decía eso - Lárgate de mi casa, vete - le dije fuertemente, después de unos minutos de mirarme, se fue.
Después de unas horas llego mi amiga Jessica para hablarme de Adrian, supongo
- ¿Estas bien? - me pregunto ella, se sentó junto a mi y me abrazo
- Me siento muy mal, como si no fuera yo - yo no me moví de mi posición de ocultar mi cabeza entre mis piernas, ya estaba llorando
- Tranquila, te entiendo, no llores - ella me acariciaba la cabeza
- No lo entiendes, no me puedes ayudar - me pare para zafarme de sus brazos, desde arriba la veía a ella sentada, quitándome las lágrimas
- Maria, ven para acá - se paró y me tomo de las dos manos
- ¿Que quieres? - le dije con un tono de frustración
- ¿Te sientes bien? - me pregunto ella con la misma cara que Adrián
- Tu y Adrain es lo único que saben decir, ya dejen de preguntarme si estoy bien,y estoy excelente, aunque ahora que lo dices, estaria mejor si te fueras porque de seguro me diras lo mismo, que Emi ya me dejo - le sonreí al acabar de decir eso
Ella solo se quedó con la boca abierta, junto con sus ojos que se hicieron tristes
- Adiós - dijo Jessy antes de cerrar la puerta para irse
No sentí nada al saber que tal vez había perdido a mi amiga o a Adrian, no sentía nada
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(Sin tí)tulo.
Short StoryEsta historia trata sobre Maria, que perdio su cordura cuando perdio a Emiliano.