Desperté con un sueño una pesadilla a mí nunca me haría algo así él me quiere yo lo quiero somos felices juntos ya no voy a dormir para no tener esos tus sueños Si eso será lo mejor
Estaba amaneciendo y yo no había dormido nada por miedo a soñar sobre eso. Me encontraba en mi cama, acostada boca abajo, recorriendo la alfombra con mis dedos.
Siento que alguien me susurra al oído derecho,me dice "no falta mucho", volteo y no hay nadie, siento como toda mi piel se eriza, en seguida escuchó otra voz totalmente diferente, la de mi papá, me decía que yo era buena niña, repetitivamente, aparece otra voz después, que es la de Emi, me dice que no me ama, cierro los ojos para tratar de tranquilizarme y las voces paren, abro los ojos y me encuentro en otro cuarto, un cuarto de hospital y yo estoy en la cama. Esta mi papá hablando con un doctor, el doctor Aguilera.
- ¿Es grave? - pregunta mi papa muy preocupado, lo se porque cuando está preocupado se agarra la barbilla.
- No podría ser peor - le dice el doctor, mirando hacia su carpeta y luego a mi
- Haga lo que tenga que hacer para que mejore - le dice mi padre apuntando con el dedo al doctor como amenazandolo y despues salio del cuarto
El doctor sonríe hacia a mi, se ve acercando por el lado derecho de la cama, toca mi mano y me recorre con la suya hasta llegar a mi cara
Me mira directamente a los ojos y me dice, "ahora eres mía", quitó rápidamente la sabana que me cobijaba, haciendo que esta cayera al suelo. Vio que alguien pasaba por la puerta, volteo hacia a mi, camino rápido hacia la puerta para ponerle seguro, yo no podía hablar o moverme, mis pies y manos estaban amarrados. Aguilera volvio a mi cama.
- Siempre he sentido atracción por mujeres con tus especiales problemas, nunca creí tener una para mi solo - sonrió, mientras se quitaba el cinto de su pantalón.
Cerré los ojos, para que volviera a la realidad pero no funciono
- Si gritas o te mueves, va a ser peor - sentí que subió su pierna y empezó a acariciar la mía
- Hey, tranquila, no tiembles - dijo con voz tranquila
Yo no podía parar de temblar, me movía lo que podía para quitarlo de encima
- ¡Te he dicho que no te muevas! - me dio un golpe en la mejilla
Solo llore, puso sus piernas a cada lado de mi cintura
- No llores, ¡no hagas como si no te gustara! - me gritó mientras sostenía mis brazos. Me dio un golpe más fuerte en mi otra mejilla, me faltaba la respiración y comenzó a ahorcar. Escuche un sonido agudo en mis orejas y mi vista estaba borrosa. Solo alcanzaba a ver una figura de un hombre grande moviéndose encima de mí, yo trataba de moverme lo mas que podía para poder zafarme pero parecia inutil
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(Sin tí)tulo.
Short StoryEsta historia trata sobre Maria, que perdio su cordura cuando perdio a Emiliano.