capitulo 11

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Todo era obscuro, le tomo unos segúndos adaptar sus ojos a la falta de luz pero pudo lograrlo.

Ya había estado aquí, era la cueva. La cueva donde había sido abandonado con Blake. Pudo verlo correr y desaparecer en uno de los túneles.

-¡prometo regresar por ti!

«Un guardián no necesita que lo rescaten»

Examino él lugar y las posibilidades, había tres túneles uno a su derecha otro a su izquierda y otro detrás. Arriba no había nada mas que piedra caliza de la cual caían pequeñas gotitas de agua.

Un alarido lo hizo exaltarse e instintivamente llevó las manos a la empuñadura de su Katana, de todas las armas era la que mas le gustaba y con la que mas bueno era.

De los túneles a sus costados comenzaron a salir decenas de trecgeraptos que rápidamente se abalanzaron sobre él.

Con su katana se abrió paso entre los trecgeraptos, la escena le resultaba repugnante y dolorosa al mismo tiempo, pero no lo dejo entre ver. No podían descubrirlo.

Corrió por él túnel izquierdo lanzando cuchillos a los isiopotos que se le atravesaban en él camino.

Llego hasta él centro de la cueva, isiopotos, trecgeraptos y mikosinios se arremolinaban en él centro.

Tenia que pensar rápido, si peleaba contra todos perdería. Debía hayar una solución.

Recordó las bombas de gas que llevaba en su cinturón y tomo dos, las activo y lanzo a su izquierda y derecha.

Tenia treinta segundos para salir de ahí.

Corrió lo mas rápido que pudo a través del túnel y después del sonido de la bomba explotando cubrió su nariz y boca con un trozo de su camiseta que mojo en un charco de agua.

Guardiana De Cristal ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora