-¿Dest?- oigo la voz de Sam. Mierda. Suelto un suspiro.
-Tía, luego hablamos, llámame y te cuento- dice Ali en voz muy bajita escabulléndose del coche, la mataré por dejarme con tal intriga.
-Hola- me limito a decir. No es muy normal que ella me llame. Todas las veces que Sam me ha llamado ha sido porque algo malo ha pasado. Espero que no haya pasado nada -¿Ha pasado algo, Sam?- pregunto. No es que ella me caiga mal, ni nada de eso. Todo lo contrario. Pero es que ella me recuerda demasiado a su hermano...
-No, no ha pasado nada- dice ella, y puedo suspirar tranquila, menos mal...
-Espera un segundo, que estoy conduciendo, pongo el altavoz y te escucho bien- le digo.
-Vale- me contesta.
Pongo el altavoz y arranco el coche dirección a mi casa.
-Ahora, te escucho bien- le digo.
-Sólo quería saber cómo estás, no he sabido nada de ti desde...- se corta a sí mismo -Bueno, ya sabes- me aclara.
-Estoy bien, Sam- le aclaro. Ojalá le transmita a su hermano que estoy bien sin él, aunque todo eso sea una terrible mentira.
-Le pregunto a Drake por tí, pero él no me dice nada nunca sobre ti, sólo me dice que dejemos el tema- por una parte se lo agradezco.
-No te preocupes, todo en orden- le contesto.
-Destinee, puedes ser sincera conmigo- me recuerda. Por un momento, estoy tentada de decirle que echo mucho de menos a Male, pero temo porque se lo diga a él y quede como la débil.
-Lo sé- le digo -Pero ya te he dicho que estoy bien, mis amigos no me han dejado tiempo para pensar en tu hermano- le digo, cosa que técnicamente no es verdad, pero poco a poco, le daré menos importancia.
-Me alegro por eso- la oigo decir -Se te echa de menos por aquí, ¿sabes?- sonrío con tristeza. Yo también.
-Podemos vernos cualquier día tu y yo- no estoy preparada para eso, pero supongo que tarde o temprano. Ella no tiene culpa de que su hermano sea un desgraciado, y no puedo estarla evitando toda la vida.
-Eso me gustaría- me dice -Creía que estabas enfadada conmigo...- me dice. Pobrecita.
-¿Por qué iba a estar enfadada contigo? Tú no tienes la culpa de que tu hermano me haya dejado- mis palabras escupen veneno, demasiado bruscas hacia ella.
-Lo sé, pero... cómo siempre me evitabas, pensaba qué...- le corto.
-No Sam, no te evitaba, yo simplemente andaba en mis cosas- le digo.
-Bueno, está bien, si te apetece vernos un día, sólo dímelo- me la imagino medio afectada por todo esto.
-Claro, yo te digo- le digo.
-Bien, adiós- me dice.
-Adiós- le digo, pero justo antes de colgar, me dice una cosa.
-Ah, Destinee...- le dejo seguir -Él también te echa de menos- y dicho esto, cuelga.
Mi corazón va a mil por hora. ¿Qué me echa de menos? Mis cojones. ¿Qué pretendía Sam diciéndome eso? Si él me echase de menos, habría dado alguna señal de vida, pero no he vuelto a saber nada de él desde el momento en que me echó de su vida bajo la nieve. Realmente, ¿me echará de menos de veras? Niego con la cabeza, intentando disipar esos pensamientos de mi cabeza. Llego a mi casa algo trastornada por la conversación con Sam, no sé como sentirme al respecto.
ESTÁS LEYENDO
El monstruo III
Teen FictionTercera entrega de la trilogía "El monstruo". Alma oscura camuflada en ojos claros. Duro, frío, calculador. Dolor, tristeza, soledad... Sentimientos que hacen despertar a ese Monstruo. Ni siente, ni padece, dejó de hacerlo hace mucho tiempo. Una bes...