Capítulo 10: Primer Campeonato

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  Ya había pasado un mes, el campeonato que mencionó el entrenador comenzaba en 3 días, ese sería el primer paso para demostrar lo que valían, por más presión que existiera de por medio tenían que hacer un gran espectáculo. Sin dudas lo más difícil será jugar en equipo con Nathan y los demás brabucones, lo más probable es que debido a las grandes diferencias, en la cacha existiría un juego muy individualista, bueno es algo que se descubrirá cuando llegue el momento.

     Ese mismo día en la tarde cuando Edward y Alex estaban llegando al entrenamiento, el entrenador les llamó para entregarles la camiseta del equipo, era de color azulejo, el número destacaba muchísimo junto al logo del equipo, bajo el número ponía en un color amarillo dominante “The Snakes”, un nombre poco común pero bastante original para un equipo de baloncesto.

     El día había llegado Alex junto a Edward se subieron al bus que los llevaría a la cede donde se jugaría el campeonato, estaban muy nerviosos, pero tenían el presentimiento de que lo harían bien.

     En el campeonato participaban 8 equipos, en los cuales se sortearía de forma aleatoria los cuartos de final, eran partidos de eliminación directa, por lo que no podían permitirse ningún fallo.

     El primer partido era contra Los Osos, una preparatoria ubicada al centro de Los Ángeles, sus jugadores no se veían tan fuertes, pero no significa que sería un partido sencillo.

     Faltaban minutos para el comienzo del partido, Alex pidió un momento para ir al baño, una vez allí se miró al espejo y se dijo a si mismo: “Aquí estamos amigo mío, esta es la oportunidad que siempre esperaste, ahora no puedes flaquear, llegaste hasta este punto gracias a tu  esfuerzo, demostrarás…” Se pausó un segundo, una suave gota de sudor recorría su frente, sacó fuerzas desde lo más profundo de su ser y gritó “¡¡que eres el mejor!!”.
     Alex se acercó al banquillo donde estaba su equipo, miró a Edward, ni una sola palabra fue necesaria para saber lo que ambos estaban pensando, su objetivo era claro y lo cumplirían cueste lo que cueste.

     “Serpientes, los invito a acercarse a la cancha, tienen 1 minuto para calentar antes de comenzar con el encuentro” se escuchó en los audio parlantes del gimnasio, Alex y Edward fueron los primeros en ponerse de pie, tomaron su balón y comenzaron a tirar.

      Nathan, Mark y Mike se veían bastante confiados, ellos poseían la experiencia ya que son veteranos en el equipo, pero se les notó bastante pasivos en comparación a como lo son en la escuela.

     Nathan gritó: “Hey novatos, sé que soy un ser insoportable en la escuela y no cambiaré, pero ahora tenemos que ser un equipo, los muchachos y yo estamos dispuestos a jugar en conjunto para ganar esto, ¿Qué dicen?”. Esto sin dudas fue algo inesperado pero Alex y Edward aceptaron. Parece increíble como a pesar de las diferencias el Baloncesto logra unir a las personas.

     Todos estaban es sus posiciones, Alex jugaba como base o creador, Edward jugaba de Escolta o tirador, su función era clave ya que de él dependía sacar ventaja de a poco durante el partido anotando triples, Nathan jugaba de alero, el aportaba con su velocidad en los contra ataques y su fuerza para controlar la zona interior, y finalmente como Ala-Pívot y Pívot estaba Mark y Mike, ambos eran una dupla increíble, nadie les podía quitar un rebote, sin dudas que Las Serpientes daban miedo.

     Los Pívots de ambos equipos se encontraban en disposición a saltar, solo hacía falta la indicación del arbitro, todo el estadio se encontraba en silencio, se escuchó el sonido del silbato, el balón se elevaba con delicadeza, hasta que se detuvo y se quedó inmovil en el aire, ese era el momento, ambos jugadores se impulsaron y con todas sus fuerzas intentaron asegurar la posición del balón, el partido ya había comenzado….

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