Alex se encontraba en el suelo, las lagrimas corrían por sus mejillas, cualquiera diría que este es el fin del torneo para él. Sus compañeros lo llevaron al banquillo, su participación en la final dependía únicamente de su muñeca, tenía exactamente dos partidos para intentar suavizar el dolor que sentía.Edward llevó a Alex a la enfermería del gimnasio a que un doctor le revisase, pasaron uno minutos hasta que el doctor dijo: “Bien muchacho, tienes suerte de que no fuera una fractura, tu muñeca sufrió un gran impacto recibiendo ese pisotón, seré sincero diciéndote que no deberías jugar la final, si bien no es algo tan grave, puede pasar a mayores, todo depende de ti”, tras estas palabras se retiró de la habitación.
-“¿Qué debo hacer Edward?, ¿debería seguir?”
-“Tengo dos posturas en este instante, como amigo te diría que no jugases, puede pasar a mayores y no quiero que estés mal, pero como compañero de equipo te digo que ahora más que nunca te necesito, sin ti no creo que sea posible ganar la final”.
Edward se retiró de la habitación y dejó que Alex tomara su decisión. Mientras tanto la otra semifinal estaba en curso, el entrenador Johnson estaba tan concentrado analizando a los equipos que no tuvo tiempo para ir a ver el estado de Alex.
Alex estaba recostado en la camilla, mirando el techo de la habitación, se escuchaba únicamente los gritos de los espectadores a través de las paredes, ese sondo tan hermoso, el balón botando, la malla sonando en un tiro perfecto, las zapatillas rechinando en el suelo, la mezcla de todos estos sonidos causó grandes emociones en Alex, se levantó con energía, tomó la muñequera que le dejó el doctor y fue donde sus compañeros de equipo.
El momento de la final había llegado, el partido decisivo ya estaba a minutos de comenzar, Alex estaba preparado y ya había convencido al entrenador para que pudiese jugar, sus contrincantes eran Los Canguros.
Ambos equipos tomaron posición, el desgaste de los partidos anteriores se harán presentes, Alex con su mano vendada y una muñequera lista, esperaba el comienzo.
Se escuchó el silbato, ambos pívots saltaron, Mike ganó nuevamente, el pase iba para Alex, intentaba esconderle al resto las constantes molestias que sentía en la muñeca, a pesar de esto boteaba de la misma manera y seguía concentrado en el juego.
Edward tenia doble marca, Los Canguros estaban consientes del estado de Alex, fue inteligente de su parte marcar a Edward para anular todos los tiros de tres. Con lo que no contaban era con el espíritu de batalla que tenía Alex, un simple dolor no lo iba a acabar con su sueño.
Alex se hizo cargo de tirar triples la mitad del partido, encestó muchas canastas, pero cada vez que su muñeca se sometía a la mecánica de tiro, esta sentía un tirón, el cual cada vez iba aumentando más.
Más adelante en el partido, Las serpientes perdían por 2 puntos, Mark le pidió a Alex más pases, él aseguraría los puntos, solo debían intensificar la defensa, acción que iba bien hasta que en un intento del numero 8 de pasar, Alex defiende de forma legal pero se cae, cobraron falta en ataque por lo que fue una muy buena acción por parte de Alex, lo malo de esto fue que amortiguó la caída con las manos, y su muñeca sufrió un gran tirón.
Esta táctica le estaba saliendo muy bien a Las Serpientes, habían conseguido siete puntos de ventaja, todo indicaba que ganarían el campeonato.
Terminaron los dos primeros cuartos, quedaba la mitad del encuentro y el entrenador de Los Canguros le indicó a sus jugadores ir a por Alex, si generaban unas cuantas faltas intencionales, seguramente su muñeca no aguantaría más.
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Humildad
Ngẫu nhiênEsta es la historia de dos amigos, Edward junto a Alex vivirán muchas experiencias a lo largo del libro las cuales los formarán como jugadores y como personas. La historia tomará cambios inesperados y situaciones complicadadas que muchas veces ge...