No lo sabrá Jamás (Marichat, Adrinette) [TERMINADA]

Capítulo 16. Sí

Marinette

Al abrir la puerta luego de ver a Elliot marcharse, la escena que me encuentro logra hacer que mi corazón se enternezca por completo.

Es Adrien jugando con Louis.
Ambos ríen y se divierten como si no hubiera ningún otro problema además de evitar que el otro lo toque.

Adrien deja ganar a Louis haciendo que éste lo toque finalmente, luego lo toma en sus brazos y lo guía en círculos fingiendo que es un avión.

Al cabo de unos minutos en los que me mantengo parada en el mismo lugar, por fin ambos notan que me encuentro observando, Adrien deja en el suelo a Louis e inmediatamente éste corre hacia mis brazos, salta y lo atrapo. Adrien se acerca a paso lento.

– Mami, Adien me dijo que conoce a Ledybag y a Chat Nuá, ¿No es increíbe?  También sabe tocal el piano. – habla con gran entusiasmo haciendo señas exageradas con las manos.

– Marinette... – Adrien llama mi atención. – Debemos hablar... – dice con seriedad mirándome a los ojos.

Respiro profundo y asiento, sabiendo que ésta charla será la que decida todo mi futuro.

Un futuro con... O sin Adrien.

Adrien

Media hora después, con Louis dormido y preparados mentalmente para lo que viene, ambos nos sentamos uno frente a otro en los sofás de la sala.

Por lo que puedo ver, Marinette se encuentra incómoda, así que supongo que yo debo comenzar con esto.

– ¿Cómo... Cómo has estado? – es todo lo que puedo decir. ¿qué más?

– ¿Francamente? – pregunta apoyando los codos en sus rodillas. – he estado muy bien. Después de todo, tengo un hijo adorable que es el amor de mi vida, una amiga que me ha apoyado en todo momento, un buen trabajo... He salido adelante sola. ¿Por qué debería de estar mal?... ¡dime! ¿¡Qué podría estar mal en mi vida!?

Está enojada... Valla.

– ¿Cuándo supiste sobre mi identidad? – pregunto tratando de evitar sus preguntas sarcásticas.

Ella aparta la mirada y contesta mirando al suelo.

– El día en el que me fui... Te vi destransformándote en un callejón. Fue allí cuando supe quien eras.

Ella lo supo todo éste tiempo.

No fue hace un año. Ni dos. Fue todo éste jodido tiempo.

Ella siempre lo supo.

– Entonces... ¿Por qué no me buscaste? – pregunto poniéndome de pie. – ¡Si, está bien, no volví esa noche! ¿¡Pero me dirás que no tenía derecho a saberlo por lo menos!? ¿¡No tenía el derecho de ver crecer a mi hijo!? ¿¡De estar allí cuando nació!? Dime Marinette... ¿Por qué no pensaste en mí cuando decidiste hacer tu vida aparte con Louis? ¡Dime! ¿¡Por qué no pensaste en mí!?

– ¡Sí lo hice! – grita de repente, logrando que yo guarde silencio. – Pensé en ti cuando tomé mi decisión... Pensé en ti cuando nació Louis. Pensé en ti en mis noches de soledad ¡Pensé en ti todo éste jodido tiempo por que aún no he podido olvidarte! ¡Por que no he podido olvidar todos los momentos que vivimos! ¡Por que cada vez que veo a mi hijo te veo a ti! Pensé en ti en cada minuto de mi día, en cada respiro que daba, en cada noche que no dormía... ¡Pensé en ti por que siempre has sido el jodido amor de mi vida! Y aún... Aún lo eres. – y a la hora de terminar, gruesas lágrimas caen por sus mejillas sonrojadas, haciendo que todo mi ser se estremezca.