Marinette
– ¡Elliot, por favor! ¿Puedes parar con los insultos? – alzo la voz y me posiciono delante de él para que no siga avanzando.
– Está bien, está bien... Hablemos. – dice tomándome de la muñeca y llevándome hacia afuera, cierro la puerta al salir.
Elliot me suelta y me mira durante un prolongado tiempo en el que no sé qué es lo que está pensando o lo que se está imaginando.
Al final, después de unos cinco minutos en completo silencio, suspira y habla sin mirarme a los ojos.– Es el padre. ¿No? – dice en un suspiro, su rostro refleja angustia.
– Sí... – me limito a decir.
Elliot levanta la cabeza y me observa fijamente, sus ojos me dicen que se siente asustado y triste, algo decepcionado.
– Entonces... ¿Qué pasará ahora? Digo... Entre tú y yo. – muerdo mi labio inferior con fuerza ante la imposibilidad de responder. ¿Por qué estoy dudando? ¿No se suponía que todo en mi cabeza ya estaba organizado? ¿Por qué ahora mi corazón se está oponiendo a mi decisión?
Alzo la mirada y siento cómo las palabras comienzan a desvanecerse, no puedo hablar, sólo puedo mirarlo a los ojos, sus hermosos ojos grises... No tengo una respuesta.
Y me molesta no tenerla.
El repentino abrazo de Elliot me toma desprevenida y me deja paralizada, pues no es un típico abrazo... Es uno que demanda tiempo y singularidad.
– No te preocupes... Confío en ti y en que todo estará bien. Y por el momento... La distancia es la mejor respuesta. – susurra a mi oído, acaricia mi cabello con una de sus manos. – Y... ¿Marinette? – pregunta en un susurro sin soltarme.
– ¿Huh? – atino a balbucear.
– No olvides que te estaré esperando. Por favor... No tardes mucho. ¿Sí?
Y lágrimas comienzan a mojar mis mejillas, saliendo sin que pueda detenerlas.
¿Por qué no soy capaz de detenerlo?
¿Por qué él tiene que ser así?
¿Por qué no puedo decirle que no he cambiado de opinión?
Adrien
Los nervios comienzan a hacer estragos en mi interior, impidiéndome quedarme quieto en un solo lugar.
Camino de aquí para allá, miles de escenarios creándose en mi cabeza, y, siendo sincero, la mayor parte de esos escenarios me desagrada.
Sé por Alya que no se ha casado aún, pero no sé si planea hacerlo.
Sé cómo es Marinette y sé que ella no es de las que olvidan fácilmente a un hombre, algo de lo que me siento mal por ella, pero siendo egoista, es un gran alivio.
Y en cuanto a Louis... ¿Por qué maldita razón llamó papá a ese...a ese... Imbécil?
Elliot Vaen Suite, futuro dueño y encargado actualmente de la agencia de ropa Diamonds.
El jodido hijo de Gregory Vaen Suite, el hombre del que mi padre se ha lamentado desde que los diseños de la agencia Agreste comenzaron a ser la elección número uno de la gente.
Gregory ha sido siempre un gran tramposo, con un gran espíritu de competencia.
Me pregunto... ¿Su hijo será igual a él?
Además... ¿Cómo conoció Marinette a Elliot?
– ¿Quiedes jugar? – pregunta Louis de repente provocando que pierda el hilo de mis pensamientos.
– Claro. ¿Qué quieres jugar? – le pregunto arrodillándome frente a él en la esquina en la que antes había organizado los juguetes. Aunque ahora estaban todos desordenados nuevamente.
– Toma... – dice extendiéndome un pequeño piano de juguete. – Es un piano... – informa. Luego toma de entre sus juguetes un pequeño silbato, el cual hace sonar antes de entregármelo. – Eto se llama Sibato. Y estos... – Louis comienza a rebuscar entre la montaña de juguetes esparcidos en el suelo algo que desconozco, y durante unos tres minutos lo veo buscar sin tener éxito, al final, se levanta del suelo como si acabara de recordar algo y sale corriendo hacia lo que me imagino es su cuarto. Entra y sale en un segundo con algo en sus manos. Son dos muñecos que no logro ver con claridad, por lo que no sé de quienes se trata. Louis llega corriendo y se sienta con rapidez a mi lado, entregándome ambos muñecos. – ¡Son Ledybag y Chat Nuá, los hédues de Padís! – grita eufórico, levantando ambos brazos hacia arriba.
Observo los muñecos y cientos de recuerdos llegan a mi mente a revivir las emociones del pasado.
❄❄❄❄
Ella está acostada en la cama con su cabeza en mis piernas, en sus manos se encuentran dos muñecos, Ladybug y Chat Noir, muñecos que ella misma confeccionó.
Mueve a la miniatura de mí por todos lados, luego la lleva hacia mi cara y comienza a moverlo, logrando que sacuda el rostro.
– Miau... El gatito es fastidioso pero no le gusta que le fastidien. – habla entre risas levantándose para que fastidiarme le sea más fácil.
Entre risas logro tomar sus muñecas y detenerla. En un movimiento rápido le quito el muñeco y sin dejarla moverse me posiciono encima, con una pierna a cada lado de su cintura.
– ¿Sabes lo que hace Chat Noir? – pregunto moviendo al muñequito por su rostro. Ella niega con una sonrisa. – Debe castigar a los que han sido malos... Y tú, Princesa, haz sido muy mala... – hago que el pequeño Chat le de un beso en la mejilla y luego comienzo a hacerle cosquillas, Marinette se retuerce pidiendo que me detenga, pero no lo hago.
Sin embargo, luego de un rato, no sé cómo, Marinette levanta la mitad de su cuerpo y me besa, un corto pero sorpresivo beso en los labios, lo que hace que me detenga y ella escape riendo.
Pero yo aún estoy sorprendido.
¿Por qué me siento así?
❄❄❄
Creo que si pudiera volver en el tiempo y hablar conmigo mismo le diría algo como:
"No seas imbécil... Estás enamorado de ella"
✖✖✖✖✖✖✖✖✖
Y....... Llegué.
Aquí el cap.
Y quería decirle a todas lo agradecida que estoy con ustedes.
Gracias por sus comentarios diciendo que la historia es buena... En verdad, me alegran el alma.
Y gracias por las +200 estrellas y tantos leídos...
GRACIAS!
Y eso... Espero que les haya gustado el capitulo de hoy y prepárense que pronto tendrán el adrinette que tanto quieren.
Me despidooooo.
Saranghae, Chingus!
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No lo sabrá Jamás (Marichat, Adrinette) [TERMINADA]
FanfictionNo, no se lo diré. Chat Noir jamás sabrá de ti, pequeño Louis, el no sabrá jamás que tú eres su hijo. Nuestro hijo... . . . 23/04/18 #12 en la categoría "Fanfic" 13/05/18 #1 en la etiqueta 'Marichat' 16/05/18 #1 en la etiqueta 'Marinette' 18/06/18...