Missing You (Duff McKagan, Nikki Sixx)

Capítulo Veintiséis

Los rayos del sol caían a través de mis persianas en mi habitación mientras que me encontraba recostada acariciando mi vientre, deslizando mis dedos de un lado a otro mientras mis ojos escurrían unas cuantas lágrimas. Una nueva vida crecia dentro de mí y Duff no sabía absolutamente nada, no me atrevería a confesarselo, ahora que estábamos mas distanciados que nunca y sin ningún arreglo.

Sospechaba que tenia a penas un mes y medio de embarazo, un mes en el que saque a Duff de mi vida y me acababa de enterar de mi embarazo hace algunos dias.

—Sally, afuera esta Nikki buscándote —habló popcorn a través de la puerta.

Me sequé los ojos y me levante, abrí la puerta y me encontré a Steven. Aun no sabia que era lo que me ocurría a pesar de mis extraños comportamientos.

—¿Te encuentras bien?

—Steven estoy embarazada —confesé de golpe totalmente desesperada.

El rubio estaba muy sorprendido, su rostro fue suavizándose y sonrió ampliamente.

—Lo se, olvidaste tu prueba de embarazo en el baño —dijo con obviedad.

—Voy a tener un bebe —dije, la felicidad se había apoderado de mi. Steven y yo nos abrazamos.

—Necesitamos hablar de esto mas luego, ahora Nikki te esta esperando.

Asentí y caminamos hasta el livin. Efectivamente ahí estaba el pelinegro todo vestido de cuero esperando con un pequeño ramo de rosas en su mano izquierda

—Hola Sall —me saludó.

—Hola Nikki —respondí yo y Steven se fue a su dormitorio— Siento mucho no haberte devuelto tu chompa antes, te la traigo ahora.

—No es por eso que vine, es tuya ahora. Me preguntaba si quisieras ir conmigo a tomar un trago —dijo con algo de nerviosismo.

—Yo no puedo beber alcohol, ¿que te parece un chocolate con leche?

—¡Claro! Esto es para ti —me tendió el ramo de rosas y lo cogí entre mis manos.

—Gracias —susurré.

Las rosas lucian muy hermosas y me pareció un lindo detalle, Nikki ya no era mas aquel rockero al que le temía, al haber pasado este largo y doloroso mes fue uno de los que mas me apoyo en mi dura perdida. Salimos de mi apartamento y caminamos por las calles de Los Ángeles, por momentos no podía dejar de fantasear con la llegada de mi hijo o hija. ¿Sería correcto decirle a Duff? También era hijo suyo y lo que mas me entristecía era la situación en la que nos encontrábamos ahora pero mi decisión estaba tomada.

—Llegamos —mire a Nikki y este sonrió burlón— ¿Te encuentras bien? Cualquiera diría que estas fuera de este mundo Sally.

—Oh claro que no Nikki, solo estaba... —solté un suspiro para luego continuar— Fantaseando.

—Yo fantaseaba contigo por ejemplo —dijo mirándome con ternura.

Tome suavemente su mano y la acaricié. Me empezaba a agradar su manera de ser dulce y malicioso a la vez. Entramos a dicho lugar y nos sentamos en una mesa del fondo cerca a una vitrina de libros. La camarera llego y anoto nuestro pedido mientras el pelinegro me hablaba de ciertas propuestas que tenia para su banda.