Naruto.
Con solo pronunciar su nombre las personas sonreían, conocían al chico de la familia Uzumaki Namikaze, Tohoku siendo una pequeña región era inevitable que no supieran del hijo de Kushina y Minato. Adolescente de dieciséis años, ojos azules,cabello rubio rebelde y de sonrisa resplandeciente.
Naruto tenia un gusto especial por la música, bailaba donde sea que estuviera, ya sea sentado, parado, comiendo, en clases o en el restaurante de sus padres. El chico rubio desde los quince años decía a todos que algún día lo verían en las mejores obras de ballet, su película favorita por su puesto era Billy Eliot, pero veía cuanta película musical se le atravesara por los ojos, Glee, Fiebre de sábado por la noche, vaselina, Mamma mía, High School Musical, y todo lo que proyectara cantar, bailar y flexionar el cuerpo con riesgo a romperse. Naruto a penas escuchaba musica ya estaba moviendo cualquier parte de su cuerpo, talones, manos, dedos, cabeza,cadera, hombros, cerraba los ojos y explicaba a sus padres sentía un golpe de corriente eléctrica que atravesaba su columna vertebral hasta los dedos de los pies que lo obligaba a moverse y saltar de un lado a otro imaginando que cada movimiento de su cuerpo dejaba una estela de luz a su paso.
Kushina sonreía y lo apoyaba, fue por su hijo que se compro una máquina de coser, Naruto tenia talento uno bastante raro a decir verdad.
El rubio no solo bailaba, hacia sus propios arreglos
musicales,coreografías, diseñaba su vestuario y elegía su maquillaje.Por eso Kushina aprendió a coser.
Naruto era un genio. Un genio para la música pero no para sus demás materias, y es que dicen por ahí que no se puede ser genio en todo, las matemáticas e idiomas eran su dolor de cabeza particular, pero aun y con eso, aprendió inglés, francés y alemán gracias a que Minato contrato un repostero que hablara alemán, una cajera que hablaba francés y una mesera cuya lengua materna era el inglés, no fue fácil, por que hablar y entender en diferentes idiomas le costo trabajo pero todos fueron muy amables con el y le ayudaban con paciencia. Las matemáticas, bueno, eso ni aunque revivieran al mismísimo Pitágoras, el pobre hombre que culpa tenía, el profesor Iruka decía que seguro lo volvía a matar de un coraje.
Pero no todo era miel sobre hojuelas,por que así como la gente que lo amaba abundaba también existía quienes no, porque en la escuela se burlaban del rubio, bullying es correcto decir, pero el rubio no decía nada a sus padres, el se esforzaba en ese asunto, quería sera capaz de eso al menos.
Naruto se coloco los audífonos y la capucha de su deportiva en cuánto vio a Suigetsu, tenia que pasar forzosamente por el pasillo que ahora el chico ocupaba con sus demás amigos, metió las manos a los bolsillo y bajo la mirada, tenía que evitar a como diera lugar que las burlas del chico tomaran mas de dos minutos, tenían examen de historia universal y el profesor no daba minutos de tolerancia.
-Hola linda mariquita, creí que traería el tutu puesto - Suigetsu le lanzó un beso y bailo de puntitas en burla.
Naruto apretó los labios, las risas de otros alumnos se escucharon, Karin le puso el pie para derribarlo, consiguiendo solo que el rubio perdiera el equilibrio sin llegar a caer.
Naruto atrapo el labio inferior con los dientes y se giro molesto.
-Lo olvide en tu habitación cariño - luego le guiño el ojo - Quizá quieras volver por el y traerlo,podría ya sabes, bailar para ti - Naruto sopló un beso para él.
La risa y las exclamaciones de los demás estallo, ahora burlándose del chico de cabello grisáceo.
Karin apretó la mano hasta dejar poco espacio a la circulación sanguínea, haciendo así que la mano se volviera pálida. Suigetsu era algo así como su novio y la sola idea de imaginarlo retozando con el marica de la escuela le hacia enfermar.
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Never Moving Picture
FanfictionTodos nacemos con alguna habilidad. Descubrir cuál, depende de cada uno. Naruto sabe que la suya es bailar.