18. Victoria.

36 6 0
                                    

Aquella mañana fue muy rara, parecía como si viviéramos las simulaciones de nuevo, pero todos juntos, sin fracturar nuestra barrera ni un segundo, como si fuéramos invencibles, y fue increíble. Sinceramente no me iba a esperar la victoria tan repentina, y tan fácil de conseguir, pero algo que siempre he estado escuchando es que juntos somos indestructibles, y ahora después de tanto empezaba a verle la razón.

Empezamos desde el principio.

La alarma sonó tan fuerte que pensaba que estaba dentro de mi cabeza, una trompetilla marcando un ritmo militar como si de la mili se trataba esa mañana. Decidí sentarme en la cama y acto seguido solo veía la ropa de astronauta frente de mí, con sus botas a juego, como si de los carnavales se estuviera hablando y un grupo de jóvenes se disfrazara porque otra cosa no podía parecer. Primero una pierna, luego la otra y así hasta meterme dentro de ese mono, donde se estaba demasiado calentito y era demasiado confortador, se notaban que estaban hechos para los golpes.

- Buenos días chiquis, ¿preparados? – dije.

Todos me miraron con una cara sueño como si con ellos no fuera la cosa ni nada de lo que realmente iba a ocurrir, y es que desde luego si nosotros tuviéramos que dar la imagen de héroes, se nos quedaba demasiado lejos al aspecto que hasta ahora tenían y que prefería con todas mis ganas que siguieran teniendo esa imagen, porque la nuestra no iba a ser ningún ejemplo para seguir. Con los parpados pegados nos reunimos en la sala general donde todos nos iban a dar las instrucciones antes de abrirnos paso a la aventura, a la pesada y cansina aventura, que ya se había convertido en una pesadilla, únicamente girábamos por y para eso, cuantas ganas tenia de que se acabara todo ya y no volverlo a escuchar en mi vida.

- Buenos días chicos, veo que vais todos preparados, será mejor que empecéis a abrir bien los ojos porque no hay momentos para sueños, poco podréis dormir ya. – dijo Eris.

Podría jurar y perjurar que cada vez que uno de esos abría la boca era solamente para cagarla más, con las pocas ganas que teníamos de hacer todo este rollo, con los ánimos que nos daban nos íbamos a comer el mundo, vaya.

- Os he preparado unos regalos antes de partir, se trata de unos espectros, que os guiaran hacia donde queráis llegar. Pasaréis por muchos paisajes donde se os hará difícil llegar a los X y tendréis que batallar con los agentes, ya lo sabéis, tenéis que tener la mente como si estuvierais dentro de un videojuego que es lo que realmente parece, y con la mente bien puesta en eso lo tomaréis como una aventura. Volviendo a los espectros, son pequeños robots enseñados y diseñados para ser vuestros guías y vuestras ayudas cuando lejos estéis de nosotros, pensad que van a serlo todo para los momentos malos, y que serán miembros más de SATURNO, cada uno tenéis el propio, y aunque sean robots, tienen personalidades distintas, a llevarse bien y ya está. – soltó Marcus.

- Wow, espectros, me flipan demasiado. – soltó Sam.

- Vuestros son. – replicó Marcus.

Acercaron 7 cajitas bastante pequeñas para lo que me imaginaba, y nos dieron 1 a cada uno, al abrirlas no nos encontramos mas que la figura de nuestros colgantes en tamaño mayor y poca diferencia encontraba, estaba desactivado, contenía una cámara en el centro, que era como el ojo de éste.

- Y no tienen más misterio, flotan e irán con vosotros siempre, os reconocen y todo lo que sigue. Tendréis mas puntos de defensa llevándolo con vosotros. – dijo Marcus.

- Bueno y para que esto funcione, ¿cómo se activa? – dijo Osiris.

- Lo sostenéis con dos dedos en los laterales, lo eleváis, y tan solo decís 'actívate'

SATURNO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora